Cuando un rayo de luz cambia de medio, si no entra perpendicularmente sufre una desviación, la refracción. Esta propiedad de la luz nos permite diseñar lentes y con ellas construir telescopios, objetivos fotográficos, o el ejemplo más sencillo, la lupa. Sin ella no sería posible la fotografía tal y como la conocemos. Sin embargo el ángulo de desvío es diferente para los diferentes colores, y este fenómeno –la dispersión cromática– produce el arco iris, pero también las aberraciones cromáticas de las lentes.

refraccion1.jpg

Los diferentes colores de luz se enfocan en diferentes planos –produciendo falta de nitidez– y en diferentes lugares –produciendo halos de colores en los bordes con mucho contraste-. El primer problema afecta sobre todo a los teleobjetivos y a los telescopios. El segundo es más visible en los angulares.

blur1.jpg

En 1729, Chester Moore Hall encontró una solución a este problema usando dos diferentes tipos de vidrio –de Crown y de Flint-, y produciendo un conjunto con una lente convexa y una cóncava que compensaban este defecto. Tratando de evitar que alguien se adelantase a su descubrimiento encargó cada una de ellas a un fabricante distinto, pero con la mala suerte de que éstos a su vez lo subcontrataron al mismo, que se dio cuenta de lo que pretendía y así, fue el óptico londinense John Dollond quien patentó el invento y quien obtuvo beneficio económico, siendo el fabricante de telescopios más reputado de la época.

john_dollond.jpg

Para corregir mejor el problema los fabricantes emplean tipos especiales de cristal que producen menos dispersión de los colores, que aparecen en las siglas de los objetivos como ED, SLD, ELD, UD

Un estudio reciente de científicos españoles y americanos, sugiere que la óptica de la visión humana corrige también este problema. Además de la aberración cromática, las lentes tienen otros defectos, y las medidas de refracción realizadas con varias personas indican que unas imperfecciones compensan las otras. De este modo los conos, encargados en la retina de tomar imágenes para los diferentes colores obtienen imágenes más nítidas.

En los extremos del arco iris, se produce la dispersión del ultravioleta y el infrarrojo.  Por eso algunos objetivos incluyen en el anillo de enfoque marcas para fotografía infrarroja. La empresa Coastal Optics acaba de presentar un objetivo que corrige las aberraciones desde el ultravioleta al infrarrojo cercano. Se trata de un macro de 60mm especialmente diseñado para uso científico y forense, con montura Nikon y que forma una combinación perfecta con la Fuji IS-Pro, versión científica de la S5pro.

Por wiggin