Desmontando una Lumix LX3
La frase, sacada de los programas de televisión donde especialistas hacen experimentos o escenas de riesgo, podría aplicarse perfectamente al desmontaje de la Lumix LX3. El viernes me animé a desmontar mi adorada Lumix LX3. El motivo de abrirla: polvo en el sensor. Podríamos discutir sobre el hecho de que esto pueda pasar en una cámara con ese precio, pero no viene a cuento.
El caso es que después de ver varios videos en internet y hasta el gorro de las manchitas me animé, la desmonté, y por eso puedo decir ahora: ¡¡ni se os ocurra insensatos!! Desmontarla es tan fácil como quitar unos diez tornillos. Montarla de nuevo y que funcione bien es otra cosa bien distinta.
En el exterior de la carcasa hay varios tornillos pequeños bien visibles. Retirando una laminilla de acero que cubre la zapata del flash aparecen otros 4.
Quitándolos podemos desmontar el panel trasero con la pantalla y los botones.
Soltando las dos cintas centrales -tiene truco, es mejor conocerlo antes- separamos la parte trasera y soltando cuatro cintas más -a la izquierda y arriba- y un par de tornillos podemos retirar la placa principal con el procesador de imagen y demás circuitería.
Entonces tendremos acceso al sensor de imagen que se puede quitar soltando tres tornillos de cabeza torx. Voilá, ya tenemos el sensor y el filtro infrarrojo, que es el que tiene la mierdecilla.
Limpiar el filtro -lo hice con metanol de laboratorio- no da más la lata que limpiar el sensor de una réflex, salvo porque es pequeñito.
Los problemas vienen a la hora de montarla, y en mi caso fueron dos:
– El primero es que las cintas que unen los circuitos son muy frágiles y yo debí dañar la de la pantalla que ahora no se ve bien, aunque suficiente para encuadrar o entrar en los menús.
– El segundo es que los tornillos que liberan el sensor también garantizan que la distancia a la lente sea la debida y eso es difícil de volver a poner en su sitio. Ahora no enfoca como debería: es necesario activar el modo macro para que la cámara enfoque a infinito. En cualquier caso lo hace.
Incluso probé los consejos de daf (moderador en el foro), pero ni así
Si no te ha sobrado ninguna pieza lo has hecho mal y de ahí los problemas. Es un principio universalmente aceptado entre los que somos aficionados a destripar cosas, que los fabricantes ponen piezas de más para despistar. Repite el proceso, sin fotos, hasta que consigas que te sobren digamos un 5% de los componentes, y verás como todo va bien.
Así que a cualquiera que se decida a hacerlo advertirle de los problemas y recomendarle que -si no está tan loco como yo- se lo deje al SAT de Panasonic. Quizás Freud diría que necesitaba una excusa para cambiarla. Una LX5 o una NEX3 son las candidatas. Aún tengo que negociar con mi contable, pero a favor de la NEX3 está que no hace falta montar este desástrofe para limpiar el sensor. Curiosamente en el manual de servicio de la Lumix no se explica cómo llegar al sensor ni cómo limpiarlo. Quizás simplemente no está previsto que se ensucie.
Como ahora no es muy pŕactica ni rápida pero de todos modos enfoca y la pantalla es usable, he decidido quitarle el filtro y convertirla en infrarroja, entre otras cosas para acoplarla al telescopio y hacer -o intentar- astrofotografía IR.
Así que como dije al empezar, no intenten repetir esto en casa.
Por Félix Sánchez-Tembleque (wiggin)