Recientemente se publicó una noticia en el conocido periódico The New York Times en la que se apunta que dentro de la ciudad podrían imponerse ciertos límites a la toma de fotografías y grabación de vídeos. En concreto, sería requisito obligatorio la obtención tanto de una licencia oficial como de un seguro de un millón de dólares. Sin embargo, y por el momento, esta ley no afectaría a todos los fotógrafos y videoaficionados, ya que se aplicaría tan sólo a aquellos grupos de dos o más personas que filmaran o fotografiaran en un punto durante más de media hora seguida y a los conjuntos de cinco o más personas que pretendieran usar un trípode durante diez minutos o más (incluído el tiempo de instalación, cálculo de la toma, etc). Como era de esperar, ya han comenzado a aparecer los primeros grupos de protesta.
Los pormenores de la curiosa decisión pueden consultarse en el artículo del propio periódico (en Inglés).
Vía Futuratronics.