Tenemos entre las manos el nuevo libro de Tino Soriano «FOTO A FOTO 02» de la colección FotoRuta. Con su habitual claridad, generosidad y sentido del humor, nos muestra su técnica en un recorrido por 250 fotografías de su fondo gráfico más representativo. Con prólogo del también fotógrafo Paco Elvira, la obra se divide en 8 capítulos y cuenta con la colaboración de fotógrafos invitados de la talla de César Lucas Abreu, David Airob, Marcos Bauza, Ernest Costa, Paco Elvira, Toti Ferrer, Rafael López-Monné, Yurian Quintanas, Siqui Sánchez y Manuel Úbeda.
Leyendo el libro y por algo menos de 20 € podemos conocer su técnica con todo detalle, para conocer a Tino Soriano un poco más y saber sus opiniones sobre la actualidad fotográfica, hemos encontrado un hueco en su apretada agenda para poder conversar con el:
Empiezas diciendo que hacer fotos de paisaje es muy práctico porque no hay que pedirle permiso para fotografiarlo. ¿Puedes profundizar en este tema? ¿Qué piensas del tratamiento que se da a los derechos de imagen, de la rigidez que existe?
En términos generales es abusivo. Pienso que es abusivo porque unos pocos se han aprovechado para sus propios fines y lo estamos pagando la mayoría.
De hecho antes, en la época de Miserachs y de los clásicos, esos que ahora todo el mundo va a sus exposiciones, la gente estaba contenta de que les hicieran fotos y no hablemos ya de salir en los medios de comunicación, les suponían aquellos instantes de fama que a todo el mundo le gustan; te reconocía la tieta y el pariente de la otra provincia te telefoneaba emocionado.
En cambio ahora hemos conseguido, con este nuevo tipo de sociedad más mercantilista que tenemos, que sea una excusa para demandar al fotógrafo. Y no hablemos ya de la censura que hacen los medios.
© Tino Soriano
¿Qué cambios has notado en la fotografía en el espacio de tiempo que ha transcurrido entre tu otro libro, » Fotografía de viajes” y este?
En casi 20 años han cambiado muy pocas cosas en la fotografía, solo ha habido un cambio tecnológico, la esencia de la fotografía sigue siendo exactamente la misma. Las discusiones que antes teníamos sobre los mejores reveladores y los mejores negativos, ahora se han transformado en discusiones sobre el mejor hardware y el mejor software, pero las discusiones son las mismas.
¿Encuentras alguna cosa a faltar ahora?
Encuentro a faltar garantías de que los archivos de la primera década del siglo XXI seguirán vigentes dentro de tres décadas, los tendremos a mano. Nadie me ha dado todavía la seguridad de que eso será posible.
Vivimos en la sociedad de la inmediatez, sin pensar en las consecuencias. Y en fotografía eso es importante, porque utilizamos tecnología y no nos damos cuenta de que esta tecnología la usamos porque era un terreno virgen para los vendedores, nadie tenía cámaras digitales y era prácticamente infinito el mercado . A cambio de esta inmediatez hemos perdido seguridad, además hacemos muchas fotos y en general bastante malas.
© Tino Soriano
¿Qué piensas de la abundancia de fotografías que hay en la red? Y en general, de la cantidad de fotografías que se hacen.
En un principio es un buen síntoma, pienso que la gente hace fotografías para perpetuarse. Cuando haces una fotografía familiar lo que quieres es conservar ese momento de por vida y eso es lícito. No solo es lícito, pienso que es recomendable. Seguramente lo que ha pasado es que al ser tan asequible hacer fotografías ha llevado a mucha gente joven al engaño de pensar que este es un camino fácil para tener una profesión y aquí la fotografía es una trampa mortal.
Por otro lado, antiguos clientes de fotografía ahora se las hacen ellos mismos. Yo me encuentro mucha gente que ahora se atreve a hacer fotografías y como las hacen ellos mismos no son conscientes de lo mal que las hacen, porque tenemos tendencia a ser poco críticos con nuestro propio trabajo. Lo que está sucediendo a nivel general es que ha habido una bajada brutal de la calidad de la fotografía en todos los medios, sobre todo en los que yo más conozco que son las revistas, pero también en los libros. En general en los medios de gran difusión el bajón de la calidad ha sido brutal.
En el libro vemos fotos hechas con muchas distancias focales ¿Es necesario tenerlo todo para hacer buenas fotos?
Al contrario, la mayoría de mis fotos, un 90%, las hago con un 35 mm. El resto con un 28 mm. Dependiendo del equipo que llevo. Yo trabajo con dos equipos, en uno llevo un 35mm y un 28 mm y en la réflex llevo un 20 mm. y un 35 mm. Eventualmente utilizo un 85 mm Lo que pasa es que con la primera cámara digital que trabajé iba con un zoom para evitar el polvo y porque el sensor era de 2/3 que no me permitía trabajar con las ópticas de toda la vida. Ahora con la Nikon D700 he vuelto al 20 mm. y al 35 mm. Y con la Leica trabajo con un 35 mm y eventualmente con 28 mm. Lo que ocurre es que como se trata de un libro de difusión, he procurado poner determinadas fotos por ejemplo con un 180 mm. Pero lo he hecho para enriquecer la variedad. Ya he explicado que se trata de trabajar sencillamente, que yo trabajo sencillamente.
© Tino Soriano
La proporción de imágenes en el libro que están tomadas en diapositiva me parece que es superior a la de negativo o archivo digital ¿hay algún motivo para ello?
En realidad solo es porque el libro está compuesto con fotografías de archivo. Para que el libro saliera económico teníamos que trabajar con el archivo que ya tengo, no es un libro de producción. La idea era de que el libro no llegara a 20 €, que tuviera 250 fotos y que estuviera bien impreso y por lo tanto había que recurrir al archivo. Estoy muy contento del libro, pero no tanto por mi, sino porque creo que está bien impreso y creo que el texto es muy clarificador. Está muy bien compaginado y eso no es merito mío. He escrito sobre 250 fotos y creo que he conseguido no repetirme demasiado. Piensa que es la misma mente la que fotografía, cuando tenía que repetir un concepto intentaba tratarlo desde otro punto de vista. Lo que más me gusta del libro es que hay puntos como el color, la fotografía social o el reportaje que normalmente no se explican demasiado en los libros de fotografía. Sobre arquitectura y paisaje puedes encontrar lo que quieras. Es cierto que el editor me pidió trabajar con capítulos porque toda la serie está pensada de esta manera, la colección sigue una línea y te tienes que adaptar. Me gusta haber hablado de temas que yo controlo y de los que no encuentras demasiada bibliografía.
Hablando sobre el color ¿podríamos decir que eres amigo de las dominantes?
Viene dado porque siempre había trabajado con diapositiva, con película de luz de día y pienso que las dominantes le dan carácter a mis sesiones. De hecho no respondemos igual delante de una imagen cálida que de una fría. Incluso nuestro carácter cambia si el día es soleado o el día es como el de hoy que llueve y es gris. Nosotros tenemos una respuesta emocional al color y pienso que en reportaje, en street photographie que es básicamente lo que yo hago, la dominante aporta un valor añadido de sensaciones. Para entenderlo mejor podríamos ir al extremo contrario, los fotógrafos que están haciendo reproducciones tienen mucho cuidado de evitar las dominantes, porque los colores tienen que ser exactamente como son, tanto en moda, en publicidad o en reproducción de obras de arte de museos. Mi fotografía se sitúa en el polo opuesto del espectro y lógico que las dominantes estén presentes. Mi fotografía es muy informal, una cámara, un 35 mm. y aprovechar lo que hay. Termino de hacer un reportaje que saldrá en El País Semanal de aquí a un mes más o menos y es un reportaje científico y en cambio respetado todas las dominantes que me he encontrado para darle fuerza al reportaje a partir de los colores que encontraba y de las fuentes de luz que había. Este es el planteamiento y después, cuando fotografías en interiores, encuentras muchos tipos de luz, con lo cual, tienes muchos recursos.
© Tino Soriano
¿Hasta que punto consideras lícito retocar o procesar tus fotos?
Es muy fácil, todo depende de lo que quieras conseguir, hay quien está vendiendo fotos de 3 metros y a unos precios fabulosos porque están perfectamente retocadas y han estado 15 días tocando aquella foto. Y el valor que venden no es un valor de habilidad fotográfica sinó de procesado.
Y otros, entre los que estoy yo, que prácticamente sabemos la básico en photoshop porque no lo necesitamos. Antes también había dos corrientes, el fotógrafo que quería la diapositiva perfecta que solo hubiera que revelarla y entregarla al cliente, aquí estaba yo. Y después había otra tendencia que eran fotógrafos que todo lo hacían en el laboratorio, que disparaban de cualquier manera porque sabían que después encerrados horas en el laboratorio conseguirían unos efectos especiales y ellos lo pasaban bien trabajando en el laboratorio.
En el fondo creo que ahora estamos hablando de las mismas tendencias. Los reporteros queremos un raw que ya prácticamente sea la foto final con un ligero toque de niveles y los hay que se lo empiezan a pasar bien cuando se ponen a revelar el raw.
No pienso que nada sea mejor que lo otro, yo siempre digo que si algo te lo compran, es que está bien.
Tu hace muchos años que eres fotógrafo profesional ¿Cuál es tu relación con la profesión? ¿Te dedicas plenamente o es un trabajo de 8 horas?
Llevo ya casi 20 años, el año próximo se cumplen. Yo soy un freelance que ha escogido esta profesión y esta profesión me trata muy bien. Lo normal es que yo sea fotógrafo las 24 horas del día. Eso no quiere decir que esté todas las horas haciendo fotos, pero si puede ser que esté pensando en términos relacionados con mi trabajo.
Soy capaz de estar concentrado al 100% unas 4 horas al día, de la misma manera que un jugador de futbol puedes estar concentrado 90 minutos al máximo nivel. El resto de horas estoy ligado a la fotografía, mi fotografía es muy autobiográfica, por ser reportero fotografío donde estoy. Mi relación con la fotografía es total, incluso a menudo te vas a dormir con algunas ideas en la cabeza y al día siguiente te despiertas con todo resuelto. Lo que quiere decir que incluso dormido tu cerebro ha ido buscando las soluciones. Eso me ocurre mucho cuando hago un reportaje largo, estás de viaje y te vas a dormir sin saber donde que fotografiarás al día siguiente y cuando te despiertas, sabes exactamente que harás.
Cuando una persona le pone un límite a un trabajo como es la fotografía es que lo considera un trabajo no una vocación.
Viendo el libro, veo a los 10 colegas que te llevaría a una isla desierta, son los que colaboran contigo, ¿Cuáles son tus referentes ahora y cuando empezaste?
Los colegas los escogí sobre todo en función del tema, porque hay fotógrafos que son poco conocidos pero yo sabía que tenía fotografías interesantes sobre el tema. Como en el caso de Toti o Marcos u otros. Yo sabía que tenían material que sería un contrapunto a lo que yo aportaba, para que fuera más docente. Además hay primeras espadas, el David, el Manel…
Por otro lado, referentes tengo muchísimos, todos mis referentes los tengo en mi blog, pero siempre he tenido muchos referentes, medio centenar mas o menos.
Pienso que tienes que tener muchos referentes pero eso puede suponer pasarte la vida mirando fotos y no hacerlas tu. Antes tenías un referentes, por poner un ejemplo, Alex Webb y esperabas que sacara un libro para comprarlo y estudiarlo. Tenías que esperar a que lo sacara, que llegara a la librería, tener el dinero para pagarlo, porque los libros eran caros, y este era un referente con lo cual seguías mucho su obra. En cambio ahora, con internet puedes ver no cincuenta, sino quinientos referentes si tienes ganas y tiempo. Y puedes caer en el error de pasarte la vida mirando fotos y fotógrafos y al final no haciendo tu. Incluso han salido unos personajes en la red que no hacen fotografías y que se permiten criticar todo lo que hacen los demás.
Tengo medio centenar de referentes y sobre todo entre ellos muchos fotógrafos españoles, por decir algunos: Navia, Cristina García Rodero, Cesitar Lucas, Álvaro Leyva,…y por descontado, Paco Elvira, David Airob,…muchos reporteros.
En fin, medio centenar, desde los clásicos hasta los nuestros, pero sin pasarme, porque llega un momento que tu tienes que ser tu.
Yo pienso que el fotógrafo es una especie de Frankenstein, que está hecho de fragmentos de otras influencias pero que al final tiene vida propia.
Hay dos tipos de fotógrafos: uno sería Siqui Sánchez que lo controla todo. Cualquier cosa técnica ya la experimenta solo al oír hablar de que saldrá. Y en el otro extremo estoy yo, que mi técnica se podría explicar en 10 minutos.
© Tino Soriano
¿Algún proyecto inmediato?
Estoy haciendo una guía de España para National Geographic y tengo otros tres proyectos internacionales que todavía están madurando. Porque claro, hasta el 2012 no podré iniciarlos, porque no puedo hacer dos cosas tan grandes a la vez.
¿Algún proyecto que no has podido realizar?
Yo diría que he hecho todo lo que quería. Y alguna cosa que todavía no he podido hacer, está previsto hacerla. Si me puedo poner alguna medalla es que he hecho lo que he querido. Quizás he sabido apretar las teclas para conseguirlo y no es tanto un tema de enchufes sino un tema de vender la moto, por eso he sido vendedor de enciclopedias. Como fotógrafo profesional lo que necesitas es conseguir la financiación. Si sabes encontrar el organismo o la multinacional que sea adecuado, un negocio el bueno cuando las dos partes están contentas .
En ocasiones los fotógrafos no sabemos promocionarnos, porque nadie nos lo explica en la profesión. Es tan importante la producción, como finalmente hacer las fotos. Hacer la foto es lo más fácil, es el resultado de todo lo que has hecho antes. Esto no hay ninguna escuela que lo enseñe. Para mi es fundamental, igual que el marketing. Sería fundamental que hubiera una asignatura de imagen en la escuela. Son temas a los que a menudo la gente no le da suficiente importancia. En un libro de fotografía se supone que tienes que hablar de técnica y de cosas así. Al final la gente sabe apretar el disparador pero no sabe que hacer con lo que ha conseguido.
¿Alguna cuestión sobre la que querrías insistir?
Comentar que el libro refleja toda mi experiencia de 20 años. Cuando me lo miraba, pensaba: “he explicado todo lo que se” desde el punto de vista del acto fotográfico.
¿Alguna novedad más?
El otro libro que saldrá, un libro benéfico sobre el cáncer y quien lo compre ayudará a la causa del cáncer infantil. Es mi otro proyecto inmediato. Es un uso humanistico de la fotografía, tiene un valor añadido de objeto artístico. Es la segunda parte de uno que ya existe. Quien ha visto los dos dice que el otro era mucho más dramático, pero me gusta que me digan eso porque ahora no vas a buscar el dramatismo de la foto en blanco y negro que te impacta, sino que por la experiencia que tienes intentas que la fotografía sea un vínculo mucho más digerible, que no entre por el impacto sinó que entre por la fuerza de la cotidianidad.
Muchas gracias por tu tiempo, Tino.