Quizás la mejor y más sencilla explicación que conozco de por qué disparar en formato RAW la vi en forma de diagrama de flujo en Microsiervos Foto, detallando los procesos –todos ellos destructivos en los que perdemos información- que suceden cuando la cámara toma decisiones por nosotros para entregar un archivo JPG terminado. Ya en otras ocasiones hemos hablado aquí de esto y de otros temas relacionados con la captura digital en ese formato, exponer a la derecha y hacerlo bien.
Para los que trabajábamos con película el paso a digital ha supuesto un cambio importante y aprender cosas nuevas, convirtiéndonos en informáticos a tiempo parcial. Sin embargo si queremos exprimir al máximo la calidad que pueden dar las cámaras es un paso necesario por lo que tener una buena compañía en el camino es una gran idea. Otros libros como los de José María Mellado lo han hecho antes; el libro que os presentamos ya de Hugo Rodríguez ‘Captura Digital y Revelado RAW’ es para mi es un gran trabajo que junta todos los pasos necesarios en el momento de la toma y el posterior tratamiento. Como dice el autor en la introducción, es imprescindible re-aprender muchas cosas, aunque yo siempre me acuerdo de las palabras de Ansel Adams en la última revisión de su obra ‘El negativo’:
«Espero ansioso nuevos procesos y nuevos desarrollos. Creo que la imagen electrónica será el próximo gran avance. Estos sistemas tendrán características estructurales ineludibles, y tanto los artistas como los técnicos deberán hacer un renovado esfuerzo para comprenderlos y controlarlos».
El libro se estructura en 5 grandes bloques:
– Capítulo 1: Configurando la cámara.
– Capítulo 2: El formato RAW.
– Capítulo 3: El equilibrio de blancos.
– Capítulo 4: La exposición en digital.
– Capítulo 5: El revelado.
Los cuatro primeros se refieren a la toma de la imagen y la importancia que tiene hacer bien este paso para tener el mejor punto de partida posible, y el último –que ocupa la mitad del libro- se dedica íntegramente a diseñar un flujo de trabajo ordenado por pasos para sacar la máxima calidad de los archivos generados en la toma.
Capítulo 1: Configurando la cámara.
Es necesario todo un cambio de mentalidad a la hora de hacer click con la cámara. Los procedimientos de Ansel Adams para la toma de la imagen no son válidos y es necesario conocer las nuevas herramientas –fundamentalmente el histograma- y la correcta interpretación de las mismas, que los fabricantes no siempre ponen fácil. Una buena configuración de la cámara es necesaria para la obtención de un archivo RAW con la mayor calidad posible, aunque en ocasiones esto puede tener desventajas en términos de velocidad. También puede ayudar a acceder a tareas frecuentes a través de los botones de funciones configurables que traen muchas cámaras.
El capítulo también da una detallada explicación de las ventajas del formato RAW frente al JPG, comparándolo con la diferencia que había antes entre disparar en negativo y entregar éste a un laboratorio automatizado o bien utilizar diapositivas y controlar todo el proceso del paso a papel. La principal diferencia es que ahora la segunda opción está al alcance de todos.
Capítulo 2: El formato RAW.
Este capítulo es quizás el más técnico del libro, detallando algunos procesos físicos, electrónicos y matemáticos que suceden en las cámaras y así como los diferentes tipos de sensores que hay de éstos. Se detallan tecnologías como los sensores CCD, CMOS, Foveon, Bayer, BSI y otros. Sin embargo el lector menos interesado en estos detalles puede pasar de puntillas por este capítulo sin preocuparse de que podrá continuar con el resto del libro, aunque algunos conceptos como la profundidad de color sí son importantes.
También se hace una pequeña exposición de la torre de Babel en la que los fabricantes han convertido este formato utilizando cada uno el suyo en lugar de estandarizar un formato como el DNG propuesto por Adobe o el OpenRAW. El capítulo termina con recomendaciones acerca del laboratorio digital: el ordenador y el monitor necesarios para un buen tratamiento de imagen.
Capítulo 3: El equilibrio de blancos.
Un manual completo sobre el mal llamado balance de blanco que comienza aclarando el término y lo que se esconde bajo éste para luego desgranar los métodos de ajuste, de más impreciso a más preciso:
– Automático, dejando que la cámara tome decisiones por nosotros.
– Con preajustes, los diferentes settings que permiten las cámaras contemplando la mayor parte de fuentes de luz.
– Manual, especificando una temperatura de color y diferentes correcciones verde-magenta sobre ésta.
– Con lectura sobre blanco, realizando una lectura previa a la sesión de fotos sobre una superficie blanca.
Capítulo 4: La exposición en digital.
Una vez que hemos tomado la decisión de tomar imágenes en formato RAW y hemos preparado bien los ajustes de la cámara, estamos listos para este capítulo que detalla el procedimiento para tomar una imagen -en realidad un negativo digital- con la máxima calidad posible. El modo de ajustar el triángulo apertura-velocidad-sensibilidad ISO para una exposición perfecta ha cambiado con respecto a las enseñanzas de Ansel Adams o los métodos usados con diapositivas; para exprimir al máximo el nuevo medio es necesario conocer muy bien el histograma, fotómetro del siglo XXI, y sus limitaciones. Tal y como contamos en Caborian LAB, es necesario distinguir el doble uso del histograma: los valores de la toma y de la imagen terminada lista para mostrarla en la web o pasarla a papel.
A continuación es necesario aprender un nuevo método de exposición destinado a minimizar el ruido en una imagen: Exponer a la derecha, sobreexponiendo la toma hasta el límite de ajustar las luces altas a la derecha del histograma. Unos buenos ajustes de la cámara harán que el histograma reproduzca mejor la distribución de luz en el archivo RAW.
Capítulo 5: El revelado.
El archivo RAW que ha generado la cámara no es propiamente un archivo de imagen, por lo que se le suele llamar negativo digital teniendo que ser ‘revelado’ con algún software de procesado de imagen. En la web del autor puede encontrarse una comparativa de diferentes programas, pero en el libro sólo hace referencia al más usado y uno de los más versátiles y competentes: Adobe Camera RAW.
En este capítulo se trata un flujo de trabajo o criterio de revelado universal para realizar las diferentes operaciones de revelado en una secuencia precisa. Existen una serie de operaciones iniciales que deben realizarse siguiendo un orden estricto porque el resultado de cada una afecta a la siguiente, como efectuar al principio el recorte al área deseada porque el trabajo posterior se basará en el histograma únicamente de la parte que nos interesa. A partir de entonces se realizan otros ajustes para que el histograma final de la imagen sea el deseado modificando la luminosidad global, el contraste mediante diferentes herramientas de ajuste tonal y los ajustes de saturación de color, para finalizar con mejoras de nitidez, ruido, contraste local y otros detalles, además de la posible conversión a blanco y negro. Estos últimos ajustes no necesitan un orden establecido.
Un libro muy completo para todo aquel que quiera aprender bien un método de trabajo completo desde la toma hasta la imagen final que extraiga la mayor calidad posible de una cámara digital.
Por Félix Sánchez-Tembleque (wiggin)