En el último año hemos visto la aparición de una nueva categoría de cámaras, sin espejo réflex pero con objetivos intercambiables, que se sitúan entre las compactas y las DSLR y están robando una parte del pastel del mercado a ambos segmentos. Las EVIL (Electronic Viewfinder Interchangeable Lenses) pretenden acercarse a la calidad de la DSLR con un sensor de tamaño similar, manteniendo la portabilidad de las compactas, si bien en principio los precios están por encima de estas e incluso de los modelos más básico réflex. Las primeras en presentarse en sociedad han sido las micro cuatro tercios de Olympus y Panasonic, con 5 modelos ya en el mercado, pero Samsung presentó ya el prototipo de su futura NX y hasta Leica se ha sumado con un modelo parecido, aunque su lente no es intercambiable.

Lo que nos he presentado hoy Ricoh, que siempre ha ido por libre con sus diseños al margen de los ejecutivos de marketing, es una sorpresa total. La nueva GXR no cambia la lente, sino todo un conjunto sellado que incluye la lente y el sensor. Lo que ha presentado es un ‘cuerpo de cámara’, con comillas porque sus funciones se han visto reducidas, y dos conjuntos lente-sensor:

• un 50mm f:2.5 macro con sensor CMOS de tamaño APS-C y 12 mpix capaz de grabar video HD720.
• un zoom estándar 24-72mm f:2.5-4.4 estabilizado con un sensor CCD de tamaño 1/1.7 pulgadas y 10 mpix, que graba video VGA.

(en ambos casos se trata de distancia focales equivalentes en 35mm)

El cuerpo de magnesio, con pantalla de 3», flash y zapata para flash, nos da una idea de que en Ricoh apuntan a lo más alto. Entre sus accesorios, como no podía ser menos, un visor electrónico que se coloca en la zapata del flash.

Los precios oficiales, 465€ para el cuerpo, 330€ para el zoom 24-72, 667€ para el 50mm macro y 250€ para el visor. Total: alrededor de 1700€, disponible en diciembre.

Vía Dpreview | Web oficial Ricoh (en inglés)

Publicado por Félix Sánchez-Tembleque | wiggin