Realizando la consulta diaria a periódicos digitales, blogs, etc…, topo con la reseña que Rob Galbraith hace sobre la catástrofe ocurrida hace ahora 25 años en Bhopal (India).
Y la recuerdo perfectamente porque fue una terrible negligencia que produjo entre 6.000 y 8.000 muertos en la primera semana y otras 12.000 más en los siguientes meses, como consecuencia directa del escape tóxico.
La multinacional que ocasionó el terrible daño se desentendió del problema, los años han ido pasando y, los mal llamados efectos colaterales, siguen actuando .
Y, desgraciadamente, la memoria historica es muy endeble, sobre todo cuando ocurre en zonas deprimidas y alejadas de lo que llamamos el Primer Mundo.
Tanto en The Frame del Sacramento Bee como en el Big Picture del Boston Globe, han hecho sendos recopilatorios fotográficos de Bhopal al cumplirse 25 años de la tragedia.
Cuesta reprimir la rabia y el hastío cuando vemos que, a pesar de los años pasados, las condiciones de vida de los que viven alrededor de lo que fue la fabrica de fertilizantes de la Union Carbide, siguen siendo precarias y con unas infraestructuras sanitarias deplorables, dado que la descontaminación de tierra y agua no se ha producido.
Esto hace que se sigan produciendo multitud de problemas entre los recién nacidos de la zona y entre los que viven en la zona. Las organizaciones no gubernamentales siguen actuando en la zona. Enorme trabajo el que hacen con los damnificados.
Tengo la esperanza de que, algún día, no nos miremos tanto a nuestro ombliguito y conservemos esa memoria histórica fresca para no volver a caer en los mismos errores. Amén.