El tránsito de Mercurio, el paso del planeta más cercano a nuestro sol por delante del disco solar se produce cuando los tres cuerpos – Tierra, Mercurio, Sol- están alineados. Al no estar en el mismo plano las órbitas de la Tierra y Mercurio esto se produce con menos frecuencia, al igual que sucede con los eclipses. Para fotografiar este tránsito o bien un eclipse -de sol o de luna-, las lunas de Júpiter y otros objetos astronómicos, puede usarse un objetivo de un precio relativamente bajo: Samyang 500mm f:6.3, que puede comprarse por menos de 200€. Por otros 20 se puede añadir un duplicador. Cierto que no tendrán la nitidez de objetivos que cuestan 10 veces más, pero para uso ocasional puede ser más que suficiente. Es un objetivo catadióptrico con el mismo esquema óptico de un telescopio reflector, que en lugar de lentes utiliza espejos curvos.
Para observar el sol es necesario además un filtro que bloquee la mayor parte de la luz. La observación directa es extremadamente peligrosa. Aunque en otras ocasiones he usado un cristal de soldador de los más densos (número 14) esta vez he empleado un filtro específico para observación solar de la marca Baader. Una lámina de tamaño A4 puede conseguirse por unos 20€. Para hacer fotografías es suficiente un filtro con densidad óptica 3.8, pero para observación directa como sucede por el ocular de una réflex, por seguridad debe ser de densidad 5.
El resultado de ayer, aprovechando algún claro en un largo día de nubes, puede verse abajo con el color falseado a un tono amarillo (inicialmente la imagen es casi monocroma). Además de Mercurio podía verse una mancha solar bastante más grande.
Por Félix Sánchez-Tembleque (wiggin)