ZANZIBAR.-
Zanzibar es la mayor de una serie de islas que componen un archipiélago situado frente a las costas de Tanzania. Auténtico cruce de caminos en las rutas comerciales de antes, sorprende por el mestizaje que se adivina en sus habitantes, gentes de raza negra pero con rasgos árabes, indios u occidentales. Sus playas de arena blanca y aguas cristalinas hacen de Zanzibar un lugar con un enorme potencial turístico. Los resorts ya van ocupando las playas y la "soltura" con la que los nativos tratan con los turistas contrasta notablemente con la forma de relacionarse con los extranjeros que tenían las gentes del continente.
Tras un vuelo de una hora aproximadamente desde Arusha aterrizábamos en Zanzibar para ir al nuevo hotel, el Ocean Paradise resort, un impresionante complejo a pie de playa con pequeños bungalows repartidos entre miles de palmeras.
La estancia en Zanzibar transcurrió sin apenas darnos cuenta, una mañana haciendo snorkel, una tarde en la que me escapé a una aldea cercana junto con Ole a hacer fotos de gente y un día completo deambulando por Stone Town, incluyendo la visita a Prision Island, una isla cercana en la que existe una reserva de tortugas gigantes que llevan allí centenares de años. La ciudad de Stone Town se caracteriza por sus estrechas callejas, llenas de comercios propios para los nativos y los que se dedican a vender souvenirs a los turistas. El regateo a la hora de comprar es imprescindible y la verdad es que no son tan insistentes los vendedores como por ejemplo lo podían ser los de la medina de Tunez. El detalle más característico de Stone Town son sus puertas labradas en maderas nobles. Algunas tienen una especie de pinchos adosados y en origen eran puertas traídas de India, el objetivo de esos pinchos era defender los palacios del ataque de los elefantes… lo curioso es que en Zanzibar nunca ha habido elefantes.