Las posibilidades de Zanzibar en el aspecto fotográfico son innumerables… gentes, edificios, paisajes, mercados… el "problema" al que me enfrenté fue la escasez de tiempo. Por otro lado, no hay problema en hacer fotos de calles en las que salga gente paseando o trabajando, lo difícil es hacer retratos. Lo suyo es ir acompañado por alguien que hable el swahili para "negociar" y que te den permiso para hacerles fotos, en el mejor de los casos tras unas risas podrás hacer la foto sin ningún problema y en el peor te dirán un "no" rotundo y santas pascuas.

Para finalizar el viaje, National Geographic Expeditions nos ofreció una
pequeña fiesta de despedida la última noche, era hora de los
agradecimientos y pequeños discursos en los que se hacía la valoración
del viaje en general. Como no podía ser de otra forma, todos los
comentarios eran positivos y es que el viaje es una experiencia
sobresaliente.

A la mañana siguiente, un nuevo paseo por Stone Town y las últimas compras antes de emprender el camino de regreso a casa que eso sí que ha sido una auténtica aventura, tras cuatro vuelos y más de 25 horas entre desplazamientos y esperas en el aeropuerto, llegábamos a Málaga, muy cansados, pero con la sensación en el cuerpo de haber vivido una experiencia única e irrepetible.

No quiero finalizar este pequeño relato sin dejar de agradecer a Micaela,
de Barceló Viajes, y a Sonia y Pilar, de National Geographic Channel,
el trato que en todo momento han tenido para con nosotros y
felicitarles por su eficacia y profesionalidad a la hora de realizar
las distintas gestiones que han hecho falta para que este viaje haya
salido perfecto.

Una vez más GRACIAS.