Roberto Tolin, nuestro probador, tuvo en sus manos la nueva Canon 1Ds Mark II.
Aunque no fue el tiempo necesario para una prueba en profundidad, si que le dio tiempo a sacar conclusiones sobre el nuevo buque insignia de Canon.
En breve esperamos poder ofreceros una prueba a más fondo de la nueva cámara de Canon.
© 2.004 Roberto Tolín Sommer
Por gentileza de Fotocentro y de su futuro dueño, Koldo, he podido probar la nueva cámara digital profesional de Canon, la EOS 1Ds Mark II.
Para ello dispuse de solo media hora, lo cual no da para mucho, pero si es suficiente para darme una idea de las mejoras habidas frente a su antecesora, la 1Ds. Exteriormente la cámara es igual a la EOS 1D Mark II, realmente cambian sólo algunos menús y el tamaño del sensor.
Respecto a la 1Ds hay algunas diferencias visibles, a saber: un recubrimiento de material distinto al usado anteriormente. Este último es mas adherente y creo que un acierto. En su parte posterior algunos pulsadores cambian ligeramente, así como la pantalla LCD que muestra las fotos, claramente mejor que la anterior.
Una cosa que me llamó la atención y que no vi en otras pruebas publicadas es que la pantalla de enfoque viene bastante mejorada. La visión es mas clara y nítida que en la 1Ds, por ello resulta mas fácil enfocar con precisión.
El manejo de la cámara es prácticamente igual a los modelos anteriores, pero se nota un claro aumento de velocidad respecto a la 1Ds, la imagen aparece antes, el buffer es mas grande, ahora se pueden hacer hasta 4 fotos por segundo, vamos, se nota todo mucho mas fluido.
Calidad de imagen
Lo que más me atraía de la prueba era comprobar si realmente los 16,7 Mp son mejores que los 11,5 de su antecesora. Para comprobarlo usé algunos de los mejores objetivos que tengo, el 85mm f1.2L, el 50mm f2.5 macro, y para la prueba con gran angular el absolutamente fantástico Zeiss Distagon 21mm f2.8 (con montura Contax y adaptador Zoerk para Canon EOS).
Puerto deportivo de Gijón fotografiado con la Canon EOS 1Ds Mark II y el Zeiss Distagon 21mm f2.8 a ISO 100. Procesada con Capture One 3.6 y aplicado un filtro Velvia de Fred Miranda.
Hice algunas fotos en el puerto deportivo de Gijón, alternando jpeg y raw. También hice unas pocas en Fotocentro para probar la respuesta del sensor a sensibilidades altas. Esto es lo que encontré:
Imágenes en jpeg:
He de decir que es un formato en el que no disparo nunca porque para mi gusto se pierde demasiada calidad. En este caso lo hice porque no disponía en esos momentos de ningún conversor de raw compatible con la cámara. El resultado fue muy flojo dado que los parámetros de la cámara eran los que venían por defecto.
De todos modos, los archivos de la 1Ds son claramente inferiores en resolución a los de la nueva Mark II. Para hacer una prueba más perfecta habría que configurar la cámara correctamente y no había tiempo para ello.
Imágenes en raw:
A pesar de todo hice algunas fotos en este formato y por fin pude convertirlas estos días con la nueva versión de Capture One, la 3.6. Esta vez mereció la pena la espera. Los raw de la 1Ds Mark II son realmente impresionantes. La imagen es más limpia y con menos ruido que la que ofrece la 1Ds, el nivel de detalle tremendo, siempre y cuando se usen los mejores objetivos.
Detalle del centro.
Todavía se nota algo de ruido en los cielos azules, aumentando la imagen en pantalla al 300%, pero desde luego en copias impresas no se aprecia de ninguna manera y es muchísimo menor que el que tenía su antecesora.
Detalle del borde derecho.
Imagen realizada con el 85mm f1.2L a 1600 ISO.
Detalle del centro procesada con C1 3.6, valores por defecto.
En la prueba hecha en condiciones de poca luz con el 85mm f1.2L a 1600 ISO la calidad resultó fantástica. Aparecía muy poco ruido y la resolución se mantuvo muy alta, como se puede apreciar en las fotos que acompañan al artículo.
Detalle de la misma imagen con el filtro Digital GEM aplicado.
Realmente esas imágenes se podían imprimir tal cual sin mayores problemas, pero una vez pasado un filtro Digital GEM el resultado era asombroso, y válido para ampliar a cualquier tamaño.
Resumen y conclusiones.
En realidad son casi todo ventajas y alabanzas dado que los puntos negros son muy relativos. En la parte negativa solo situaría cosas que realmente no son negativas de por si, pero pueden dar problemas al fotógrafo no avisado.
En primer lugar, el tamaño de los archivos, cada tiff de 16 bits pesa 95 megas, 47,5 a 8 bits. Eso supone que para trabajar holgadamente se debe disponer de lo mas potente en ordenadores, en mac al menos un G5, aunque mi G4 1Ghz Dual se defienda bien. Los portátiles lo tienen difícil en este caso. Y es necesario mucho espacio en disco para almacenarlos.
En segundo, los objetivos. Para aprovechar correctamente la gran resolución de esta cámara es absolutamente necesario usar los mejores objetivos del fabricante. La mayor parte de la serie L cumple estos requisitos, aunque algunos lleguen muy justos. En este sentido le recomendaría a Canon que diseñe un objetivo de alrededor de 20 mm que esté a la altura de esta cámara. El 24mm f1.4L lo está, pero se queda un poco corto de angular. Zeiss demuestra que se puede hacer con su soberbio 21mm.
La pregunta que todos nos hacemos es: ¿merece la pena, teniendo la 1Ds, cambiarse a la nueva versión?.
Mi opinión es que depende. Me explico. Si se tiene la necesidad de fotografiar en lugares de poca luz con frecuencia, pues la respuesta es clara, si. Si necesitamos la resolución añadida también, especialmente si hacemos ampliaciones muy grandes. En caso contrario la antigua 1Ds sigue siendo una herramienta muy válida que todavía no tiene competencia en el mercado, excepto su sucesora. Y es que mejorar lo bueno, cuesta, aunque está claro que se ha logrado con la 1Ds Mark II. Esta vez si que se puede decir que no se necesitan mas pixels, aunque quién sabe…