Canon tiene actualmente dos objetivos de 50mm oficialmente a la venta. El popular 50mm f/1.4 USM y el 50mm f/2.5 Macro. Sin embargo, compatibles con la serie EOS ha fabricado el 50mm f1.8, que ya no está disponible, y el carísimo 50mm f1.0 L, que actualmente tampoco se vende. En esta comparativa, analizaremos los dos objetivos que hoy en día podemos encontrar en las tiendas, y que además, tienen un precio bastante similar (330-350 euros).
Externamente, la diferencia entre las dos lentes es bastante acusada:
En la imagen, de izquierda a derecha, podemos ver primero el compact macro y luego el 50mm f1.4, tanto en vista lateral como frontal. Las diferencias son evidentes, el primero de ellos tiene un diámetro de filtro menor (52mm frente a los 58mm de su hermano), aunque en la imagen aparece con un adaptador Jessop acoplado. También es un objetivo bastante más largo. Frontalmente, el primer cristal tiene un diámetro mucho menor que el del 50mm f1.4, y se encuentra hundido dentro del cuerpo del objetivo. Por otra parte, el compact macro posee 6 hojas para el cierre de su diafragma, mientras que el f1.4 tiene 8.
A la hora de utilizarlos se observa que los dos presentan una buena calidad de construcción, aunque sin llegar a la de una serie L. Su peso ronda los 300 gramos, de modo que son objetivos muy ligeros. Lo primero que llama la atención es la diferencia en la velocidad de enfoque entre ambos. El 50mm f1.4 pose un motor micro USM, rápido, silencioso y preciso, que además incorpora el Mechanical Full-Time Manual Focusing (esto es, que podemos enfocar a mano sin conmutar a modo manual el objetivo en cualquier momento y sin peligro) mientras que el macro carece de él. Esto se traduce en una respuesta de enfoque mucho más lenta, y ruidosa, a parte de la imposibilidad de enfocar a mano sin utilizar el conmutador de la lente. La distancia mínima de enfoque de ambos objetivos es también muy diferente, el macro permite aproximarse al motivo de enfoque hasta 23cm, frente a los 45cm de su hermano. Esto implica que para ciertas fotos el f1.4 se nos quedará corto, mientras que con el macro podremos resolver la toma. Veremos esto más adelante. Por otra parte, para enfocar, el 50mm macro necesita la extensión de todo su grupo frontal, mientras que en el 50mm f1.4 el enfoque es interno y la longitud del objetivo permanece constante.
Para la prueba general se eligió este conjunto de edificios, que es horrible, pero posee abundancia de tejas y ladrillos para comprobar la resolución de las lentes.
En ninguno de los casos se alteró o procesó la imagen posteriormente a la toma de la fotografía. Además, todas las fotos de la prueba han sido obtenidas con una Canon EOS300D (recordad que su factor de multiplicación es 1,6).
Comenzamos con el 50mm f1.4, y podemos observar que a máxima apertura hay una diferencia de calidad notable entre el centro y las esquinas de la lente:
esquina | centro |
Además, en el mismo centro, a pesar de que el objetivo es utilizable, la calidad no es sobresaliente.
A f2.5 la diferencia es menor y se aprecia una mayor calidad en la zona central, que ya pasa a ser buena: | |
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esquina |
centro |
A f4.0 la diferencia centro-esquina se va difuminando, aunque es perfectamente apreciable: | |
esquina |
centro |
Y a f8.0 no hay diferencias de calidad visibles en las diferentes zonas de la imagen. Además se aprecia una mejora notable en todas las zonas respecto a las fotografías tomadas a aperturas inferiores. | |
esquina |
centro |
¿Cómo se comporta el 50mm compact macro a su máxima apertura? (f2.5)
Parece que se aprecia un viñeteo muy muy leve, pero la tónica general es la que se observaba en el 50mm f1.4: notable diferencia de calidad esquina-centro. | |
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esquina |
centro |
A f4.0 el contraste se atenúa y dejamos de observar el posible viñeteo: | |
esquina |
centro |
y a f8.0 prácticamente desaparece: | |
esquina |
centro |
Comparando las esquinas de la imagen a f2.5 de ambos objetivos podemos observar que hay una diferencia de resolución apenas apreciable entre ellos, pero la imagen es ligeramente más nítida con el macro.
50mm macro f2.5 esquina | 50mm f1.4 esquina |
Para la prueba de bokeh y aberración cromática se preparó esta escena:
Es un objeto difícil con una iluminación odiosa. La grapadora está cromada y por tanto, los brillos son intensos. En el fondo, hay otros objetos, también metálicos, y además, se ha iluminado todo con una luz directa de tungsteno de 1000W. No se ha utilizado ni polarizador ni filtro de ningún tipo (a excepción de dos protectores B+W idénticos en las dos lentes).
A f1.4, el 50mm normal muestra un bokeh excelente:
Sin embargo, el enfoque es un tanto blando en todos los puntos, incluso en el centro, como podíamos observar en la imagen de las tejas. La profundidad de campo también es ridícula.
Veamos la misma imagen con el 50mm f1.4 a f2.5:
Y la del 50mm macro f2.5 a la misma apertura:
Ahora, la diferencia entre ambas lentes es notable, aunque a primera vista no lo parezca. Los brillos metálicos sin polarizar de los objetos de fondo dan lugar a un destello octogonal en el 50mm f1.4, mientras que el macro resuelve la escena sin ningún tipo de problemas.
En detalle, se aprecia mejor:
50 mm f1.4 a f2.5 | 50 mm compact macro f2.5 a f2.5 |
También se puede observar que la aberración cromática es mucho menor en el macro. Esto se puede analizar aún mejor con otro tipo de tomas y los resultados han sido siempre los que observamos aquí.
Ya hemos visto, más o menos, los pros y los contras de ambas lentes; el 50mm f1.4 normal es un objetivo muy luminoso, con una buena calidad de construcción y que cuenta además con un motor de enfoque muy eficaz y silencioso. El macro es menos luminoso y su sistema de autofocus no se puede comparar al de su hermano, aunque permite acercarse mucho más al objeto que queramos fotografiar y resuelve mejor el bokeh de las escenas que el 50mm estandar.
¿Cuándo debemos comprar uno u otro?, eso debe valorarse según el tipo de uso que se le vaya a dar a la lente. Para propósito general, e incluso para salir de noche sin trípode por ciudad, el 50mm f1.4 es un objetivo excelente. Para fotografía de estudio es evidente que el 50mm macro no tiene rival y es ahí donde demuestra todo su valor, y no tanto a la hora de fotografiar insectos en la naturaleza, ya que hay que acercarse demasiado a ellos.
El 50mm macro permite resolver sin problemas tomas de este estilo:
En esta escena hemos logrado enfocar perfectamente un primer plano muy cercano mientras que mantenemos fuera de foco el resto de la fotografía. Sin embargo, la perspectiva “natural” se conserva. Si utilizáramos el hermano mayor de este objetivo, el 100mm macro f2.8, se produciría un aplanamiento de la perspectiva (el típico de todos los teles) que vendría prácticamente a superponer las dos manzanas. Con el 50mm f1.4 tampoco podríamos realizar la foto, ya que resulta imposible acercarnos demasiado a nuestro motivo con él. Por otra parte, como se puede observar, el bokeh no tiene nada que envidiar al de otras lentes muchísimo más caras.