Desde el 5 al 28 de febrero, la sala de exposiciones de la BBK (Bilbao) acoge una exposición del fotógrafo bilbaíno Santiago Laespada (1907-1992).
«En el lazo», se titulaba la imagen que sirvió de punto de partida al investigador y comisario de la exposición, Ramón Esparza, para intentar desentrañar el misterio de quién estaba detrás de tan misteriosa instantánea.
La fotografía, formó parte de una exposición titulada: «Otto Steinert & Cía, Fotografía Subjetiva» del museo Folkwang de Essen. Exposición que pudo verse en Bilbao en Mayo del año pasado, y donde se pudo ver la obra en cuestión.
Hasta este momento, nada se sabía acerca de su autor. Al dorso de la fotografía, erróneamente catalogada – mezclando título y apellido – se leía: «La espada en el lazo».
En palabras de propio Esparza: «La fotografía era muy enigmática, e inmediatamente empecé a consultar los manuales de fotografía, y me di cuenta de que tenía la clave más cerca de lo que pensaba, la sorpresa fue cuando me di cuenta de que Santiago Laespada era un fotógrafo de Bilbao».
Puesto en contacto con la familia del autor, se abre una interesante linea de investigación: «mientras que en Barcelona había una gran vanguardia fotográfica y en Madrid una extensa actividad, siempre me ha resultado curioso -dice- que en el Bilbao de los años 40 y 50 hubiera un vacío tan grande en la producción fotográfica, ahora ese espacio ha sido cubierto con la obra de Laespada», indica Ramón Esparza.
Pero volviendo a la fotografía en cuestión (ver imagen), se sabe ahora que Santiago Laespada envió este trabajo al Grupo Afal de Almería, para la inclusión en su anuario de 1958. Otto Steinert (Saarbrücken, 1915-Essen, 1978) recibió el catálogo y la eligió para formar parte de una exposición en Colonia, dentro del movimiento Subjektive Fotografie.
En la exposición que nos ocupa, se hace un recorrido por la carrera de Laespada, mostrando su evolución. Se inicia con instantáneas de los años cuarenta, de ahí a una serie fotográfica donde prevalecen las repeticiones, como resultado de la influencia formalista de principios de los 50.
Es precisamente en esta época, donde Laespada da un giro radical en su estilo, pasándose al documentalismo. Coincide este cambio con su marcha a París, donde se quedó fascinado por su actividad callejera.
Ya inmerso en los años 70, Laespada, segun comenta Esparza: «vuelve a evolucionar con los tiempos, e influenciado por las corrientes artísticas predominantes en Europa, se dejó influenciar por el realismo holandés». Es durante esta última etapa cuando Laespada comienza a fotografiar carreras ciclistas con muñecos de su hijo sobre periódicos de la época.
Por último, destacar con una reflexión de Ramón Esparza, bastante preocupante:
«descubrir en los archivos del Museo Folkwang de Essen a un genio desconocido como Laespada hace que a uno se le disparen las señales de alarma y veamos que aún quedan figuras fotográficas y momentos de la historia, a través de sus obras, por revelar».
Publicado por Alex Conceiro – THuRStoN