Lo mejor sería tener la posibilidad de probarla unos días. Para que no te pase lo mismo que a mí, la tengo enchufada junto con el ratón y no la uso.
Para trabajos de precisión como selecciones muy exactas podría ir bien y como yo no hago ese tipo de cosas, todavía no entiendo qué ventajas tiene. Para mi es un incordio una vez que te acostumbras al ratón y prescindible completamente si no usas trabajos de filigrana. No sé si en el futuro podría encontrarle alguna utilidad práctica.
Un saludo.
Respeto tu opinión pero según mi experiencia lo peor es dejar el ratón al lado de la tableta, porque a la mínima vuelves a usarlo.
Para acostumbrarse tienes que hacer una inmersión total y dejar de usar el ratón (guardarlo) durante unos meses.
Los vicios (si consideras así usar una herramienta muy poco precisa como el ratón) cuesta quitarlos y se vuelve rápido a ellos si no aguantas los primeros días y la sensación de extrañeza.
Es como intentar sentarse correctamente después de haberlo hecho toda la vida mal: es muy dificil, pero a la larga interesa.
Una vez que no eches de menos el ratón empezarás a darte cuenta de las bondades de la tableta, y un mes después cogerás el ratón para probar y te preguntarás como demonios hacías para manejar el ordenador con esa herramienta diabólica.
La bondades: precisión, ergonomía (muy importante si quieres irte a la cama sin el típico dolor ratonil en la mano y brazo) rapidez y mejor reflejo ojo-mano (por la relación consistente de la pantalla con la superficie activa).
Si no te convenzo, nada ni caso, que es solo mi opinión, pero si alguien tiene dificultades en adaptarse, este sistema le puede ayudar.
Una vez cogido el truco tampoco hay que usarla para todo: las wacom de alta gama tienen un ratón que funciona sobre la superficie sensible para el que prefiera navegar en internet con la "pepitilla".