Los famosos 300 puntos por pulgada (300 dpi) es una resolución convencional, basada en la impresión offset de hace ya bastantes años y utilizando un factor "de calidad" según la lineatura utilizada en la impresión (factor 2 para tramas inferiores a 133 lpi y factor 1,5 para tramas más densas). Todo esto es más bien histórico, pero los archifamosos 300 dpi han prevalecido como una referencia intocable. Con 240 es más que suficiente, aunque el offset actual podría aprovechar bastante más resolución con claridad (son frecuentes los tramados de 200 lpi). En la práctica, si te ves forzado a ampliar la resolución, la interpolación casi ni se notará, aunque siempre convendría volver a pasar la máscara de enfoque. Pero, si dispusieras de tiempo, lo que no es el caso, la mejor solución es siempre el reprocesado del raw.