Este post surge de un debate abierto en
este otro postEn ese post alguien decía que no siempre el derecheo sirve. Que puede alterar los colores. (No obstante en la foto de ese hilo en particular creo que el mayor problema no era el derecheo)
Mi respuesta fue que, en teoría, llevar los tonos a su punto correcto tras el derecheo, si se ha revelado bien y no se ha quemado ningún canal, no debería alterar los colores.
Me gustaría que discutamos en qué caso usamos el derecheo y en qué casos creemos que no sirve.
Mi posición es que, siempre que se haga bien, el derecheo sirve. Normalmente intento derechear, aunque sin apurar al límite, tanto en retratos como paisajes o bodegones. Es decir en todas las disciplinas fotográficas en las que incursiono. Y tengo bien documentadas pruebas que hice donde se nota la diferencia con no hacerlo, incluso con la D800 que tiene muy buena respuesta en las sombras.
Otra cosa es que en determinadas disciplinas sea más difícil hacerlo (como en deportes, por la velocidad de la acción) o en otras sea menos necesario, como en fotos de estudio donde las sombras se pueden controlar de otra manera. Lo mismo que la explicación que me dieron Fact y Montesino respecto a que en retrato es riesgoso por la posibilidad de que el modelo se mueva y ésto haga que un canal se acabe quemando.
En todo caso me gustaría saber de qué manera, en esos casos complejos, manejáis las sombras para que mantengan detalle y se minimice el ruido.
Abierto el debate compañeros.
Por cierto no sé si está bien aquí, o mejor en charlas... ya diréis los moderadores.