Me declaro fan del orden
Neuroptera. Son unos insectos absolutamente increíbles. No solo en su anatomía, sino en sus costumbres. Si sois curiosos, leed sobre ello y os garantizo que os sorprenderá. Ascalafos, crisopas, o como esta de hoy,
hormigas león (
Myrmeleontidae).
No es difícil ver volar a un mirmeleóntido, ya que son un poco patosos, como las típulas, debido a su envergadura. Tampoco es difícil hacerles fotos, pero lo que es prácticamente
una cuestión de suerte es hacerles una foto
con las alas abiertas, ya que décimas de segundo después de posarse, y por sistema, las cierran plegadas al cuerpo. Y ya,
rizando el rizo, que puedas hacer una foto con alas abiertas
sin una maraña de vegetación, pajas y ramas alrededor, ya es de nota.
En realidad no se trata de una hormiga, sino que su denominación se debe a que su larva, que vive en suelos arenosos, excava un hoyo en forma de embudo en cuyo fondo se esconde, dejando sobresalir sólo sus mandíbulas. Los insectos pequeños caen en esta fosa y no pueden salir debido a las paredes de arena suelta, de manera que son comidos por la hormiga león. Esas acumulaciones de pequeños granos de arena hicieron que en un principio se asociase con las hormigas, pero nada que ver.