No he visto en mi vida bicho más voraz que esta oruga de
Cuculia tanaceti. En el tiempo en que me acercaba a ella para ponerme en perpendicular y hacer la foto, acabó con cuatro pétalos
de la margarita, y aquí ya se dirigía al penúltimo. Estoy seguro que en cuestión de una hora se come lo equivalente a su peso (y no es una pluma, no hay más que ver su tamaño).
Sony A99 + Sigma 180, ISO 100, f8, 1/250s
Perdonadme lo del título, pero ¿tiene o no tiene pinta de gominola?