Una solución barata son los fluorescentes de luz día, o alta reproducción cromática. Los hay de todos los tamaños y potencias habituales, desde los de 11 W para lámparas de sobremesa, hasta los de techo de 1,5 metros, o más. Lo único que hay que tener en cuenta al comprarlos es que sean del tipo de luz 840. Yo fotografío con ellos todos los encargos de joyas y relojes, donde el color tiene que ser muy preciso.
Para polarizar la luz puedes comprar, en tiendas de fotografía, planchas de plástico polarizador. No recuerdo cuanto cuesta, pero no es excesivamente caro. De todas formas, estoy convencido de que no te harán falta para estas fotos, a no ser que los cuadros no sean lisos. Lo único que tienes que hacer es colocar las luces a un ángulo muy pequeño en relación al plano del cuadro, como si fueran a sacar un corner. Yo he fotografiado así (pero con flash de estudio) puertas de cocina de alto brillo y el resultado ha sido muy bueno.
Para que te hagas una idea, la textura de esta puerta estaba bajo una capa de barniz ultrabrillante, un jodido espejo.