Pues si hablamos de factores ideológicos en mi caso peor me lo pones. Olympus dejó tirados a sus usuarios (entre otros a mi) cuando dejó de fabricar reflex, y no dudo en que volverá a hacerlo si su sistema 4/3 no acaba de despegar.
Lo mismo podría decirse de Canon cuando “dejó tirados” a sus usuarios al abandonar la montura FD… Especular acerca de cuál puede ser el destino a medio o largo plazo del sistema 4/3 de Olympus o, ya puestos, del DX de Nikon o de la montura EF-S o el FF de Canon, aparte de ser un entretenimiento al cual solemos dedicarle en lugares como éste más tiempo del que probablemente resultaría razonable, es un ejercicio que no nos lleva a ningún tipo de conclusión más o menos definitiva a la que atenernos y a partir de la cuál sacar algo que podamos considerar reveladoramente aclarador o determinante a simples efectos prácticos. O dicho de otro modo: cómprate la cámara que más te guste y no le des más vueltas, por que, en realidad, y te digamos lo que te digamos, todas son buenas y todas hacen fotos
Dicho esto, y pasando directamente a contradecirme , me gustaría hacer mi aportación (opinión y especulación) respecto a la opción Olympus y el sistema 4/3, ya que siendo usuario de una 10D de Canon la semana pasada decidí cometer la extravagancia (muchos como tal lo verán, imagino) de comprarme una E-1 aprovechando la oferta que en estos momentos está por ahí (cuerpo, objetivo 14-45, empuñadura vertical y flash SL-20 por 995 euros en El Corte Inglés).
Para resumirlo y de entrada sólo puedo decir que qué bonita cámara es ésta y cómo me gusta. Y, entrando en detalles: ergonomía, construcción y acabado de primera clase… Tamaño y peso sorprendentemente adecuados (sensación de robustez y ligereza, incluso con la empuñadura acoplada). Ningún problema para hacerme con el control de todas los botones, diales y funciones (usar el ajuste manual del balance de blancos situado en el frontal de la cámara es una delicia ya que funciona y almacena el ajuste en memoria de un modo muy similar a cómo lo hacen las cámaras de vídeo profesional, lo cual me parece todo un acierto). El sonido del obturador y el golpe del espejo es sencillamente fantástico, más silencioso y discreto que el de la 10D (el de una 20D parece escandaloso al lado de éste). El visor es, evidentemente, pequeño, acusando un considerable “efecto túnel” pero más luminoso y brillante de lo que cabría esperar a primera vista.
Respecto al funcionamiento del AF me gustaría extenderme un poco ya que habitualmente se crítica negativamente este aspecto concreto en las Olympus otorgándole una injustificada relevancia. No conozco de primera mano el sistema de enfoque de la E-300 y la E-500 y no puedo decir por tanto si es más rápido o más preciso que el de la E-1. Pero si puedo comentar varias cosas acerca del de la E-1 con respecto al de una 10D o una 20D, los cuales conozco perfectamente. Con la última actualización de firmware de la E-1 no puedo afirmar claramente que el enfoque de tanto la 10D como de la 20D sea sustancialmente más rápido ni tampoco más preciso (al menos en el modo de disparo único). Cualquier usuario de la 10D o la 20D minimamente experimentado sabe que el modo más fiable de usar el AF de su cámara, es decir, la forma más segura de prevenir los, en ocasiones, notables errores y “cagadas” de foco en los que cualquiera de estas dos cámaras (prioritariamente la 10D y, sobre todo, con determinados objetivos) puede llegar a “incurrir” es seleccionando manualmente el punto de enfoque a utilizar y, preferiblemente, haciendo que éste sea el central. Los tres puntos de enfoque de la E-1 pueden parecer pocos pero funcionan primorosamente bien incluso en situaciones de baja luz donde el comportamiento del AF de la 10D se vuelve errático y no termina de resolver. En todo este tiempo con la E-1 y después de haber tirado más de quinientas imágenes apenas me he encontrado con media docena de errores de foco: con la 10D la situación, al principio, era casi desesperante y su AF nunca me ha inspirado confianza al cien por cien. El autofoco de Olympus no es probablemente el más rápido del mundo (lo cual tampoco quiere decir que sea lento) pero, desde luego, sí es absolutamente fiable y preciso.
Respecto a la calidad de imagen… Había oído hablar bastante acerca del excelente rango dinámico ofrecido por el sensor “full frame transfer” de Kodak montado en la cámara y lo que he visto, desde luego, me ha parecido enormemente satisfactorio (la 10D me amargaba la vida “quemando” las luces más altas hasta que aprendí a controlarlas subexponiendo ½ EV como mínimo o afinando al máximo con la medición puntual). El “look” de la imagen es, además, mucho más parecido a la película fotográfica y mucho menos “digital” que el de las DSLRs de Canon. El punto débil de la cámara en este aspecto es, sin duda, el nivel de ruido a partir de 800 ISO, usable (con prudencia, diría) pero no tan bueno como el de la 10D o la 20D. A 1600 es simplemente demencial y a 3200 ya ni hablamos… Quiero suponer que la E-300 y la nueva E-500 mejoran considerablemente este aspecto. Lo que sí me ha sorprendido gratamente es la calidad de imagen usando el rango 100-400 ISO. Procesados los RAW con Capture One Pro el nivel de ruido de la E-1 a 400 ISO comparado con la 10D, y contrariamente a la opinión más extendida, me ha parecido mejor.
¿Las ópticas? Aquí creo que es donde entra en escena el punto realmente fuerte de Olympus y dónde se muestra claramente que diseñar un sistema totalmente digital desde cero aporta indiscutibles beneficios. Yo he hecho mi pequeña comparativa casera entre la 10D con el 24-70 f/2.8 L de Canon y el Zuiko Digital 14-45 f/3.5-5.6 de Olympus que se ofrece como kit junto a la E-1… Y he visto con el 24-70 aberraciones cromáticas (“purple fringe” y “banding”) de forma habitual (sobre todo en el extremo más corto de la focal) que con el Olympus no aparecen ni de coña (viñeteo inexistente, también). Así de simple. Y no creo que sea necesario recordar a estas alturas que el zoom de Canon pasa por ser de lo mejorcito que la marca ofrece dentro de su catálogo de ópticas profesionales y que el Olympus pertenece a la categoría de lo más básico…
Me llama la atención, siguiendo con el asunto de la óptica (y quisiera señalar y recalcar especialmente este aspecto) lo siguiente: mucha gente opina que existen limitaciones inherentes al diseño de grandes angulares para ser utilizados en DSLRs que incorporan sensores pequeños tipo APS-C o 4/3 y que la única solución verdaderamente viable a medio plazo es el “full frame” y que los grandes angulares de toda la vida vuelvan a ser lo que eran antes de que todos nos pusiéramos a bregar con factores “de recorte” o “multiplicación”… Quién haya visto lo temibles que pueden llegar a ser los resultados ofrecidos por un 17-40 de Canon montado sobre una 5D en cuestión de viñeteo, degradación de la definición de imagen hacia los bordes y aberración cromática difícilmente puede estar de acuerdo con esto… Y, desde luego, un objetivo como el Zuiko Digital 11-22mm f/2.8-3.5 demuestra más bien todo lo contrario ofreciendo una calidad absolutamente excepcional y lejos del alcance de cualquiera de los otros zoom gran angular diseñados hasta el momento para una DSLR. La calidad excepcional de las lentes de Olympus para el sistema E se puede aplicar igualmente al Zuiko Digital 14-54mm f/2.8-3.5 o al Zuiko Digital ED 50-200mm f/2.8-3.5 o al nuevo, y probablemente impresionante, 35-100 f/2.0 o al futuro 14-35 f/2.0… Todo esto sin olvidar el tamaño compacto y el peso comedido de las lentes.
Me parece que si Olympus presenta el próximo año una sucesora de la E-1 con un sensor de unos 10-11 Mp de resolucion (la cifra con la que se especula “oficialmente”) que mantenga todas las virtudes de ésta en lo que a diseño y calidad del cuerpo se refiere y mejore de forma clara el comportamiento a nivel de ruido a ISOs elevados y lo hace además a un que precio que no debería rebasar el umbral de los 2000-2500 euros (dado el nicho de mercado en el que habita y en el que me temo, está predestinado a permanecer el sistema 4/3, y ante lo ofrecido por la competencia –leáse Nikon D200, por ejemplo-) habrá colocado sobre la mesa una de las opciones más interesantes del mercado DSLR capaz de defender con argumentos sólidos la viabilidad y validez de su propuesta.