Bueno, hay variedad opiniones, pero creo que no siempre están bien argumentadas.
Sama es un admirador de Olympus, lo que le lleva a veces a tratar de defender a la marca más allá de lo razonable. Por ejemplo, el "puede que consiga demostrar haber sido la más coherente" es una expresión muy ambigua. No sé cómo se mide la "coherencia". Por otro lado yo creo que es incontestable que sí parece claro "que se pueda conseguir una buena calidad de imagen sobre un fotograma completo de captador digital con los mismos objetivos preparados para conseguir ese círculo de luz (EOS 5D) sobre cámaras para soporte fotoquímico", como demuestran las cámaras FF de Canon. No hacen falta comparaciones muy sofisticadas para darse cuenta. Es algo que salta a la vista. Que la situación de Olympus no es muy cómoda es un hecho, y que no han conseguido extender su formato también lo es (especialmente en los segmentos más altos del mercado, para los que Olympus ofrece objetivos muy caros).
La declaración de Creed es contradictoria (reconoce problemas en el resultado, pero dice que todo está "más que compensado", lo que no se ve por ninguna parte ¿Dónde está ese "nivel de calidad superior"?). Lo que dice Mellado es verdad, y es un problema (que no siempre aparece) que admite diversas posibilidades de solución, pero recortar el sensor (manteniendo el diámetro de la montura y su distancia respecto al plano focal) es la menos razonable, en contra de lo que opinan Sama y Creed (y otros muchos).
En el fondo el planteamiento de Olympus es el mismo del formato DX de Nikon, sólo que ésta mantuvo su montura y Olympus creó una nueva, dado que tenían que ofrecer nuevos objetivos, autofoco, en todo caso. La idea es que el diámetro de la montura respecto a la diagonal del sensor y la distancia de la montura respecto al plano focal sean mayores, para facilitar la incidencia perpendicular de los rayos de luz. Esto es uno de los argumentos técnicos que avalan los formatos menores. El formato DX de Nikon no se explica sólo por la dificultad de conseguir sensores grandes a precio razonable.
Por tanto, sí es verdad que hay una fundamentación técnica para esa elección. Pero ¿es el recorte la única solución posible (o la más adecuada) a un problema de gravedad relativa? Contestar que sí equivale a admitir que no hay soluciones técnicas razonables para aprovechar una buena parte del círculo de luz de los objetivos tradicionales, lo que hoy día ya no es defendible.
Lo que ocurre es que la situación tecnológica de principios de esta década ya no es la actual. Se pueden conseguir sensores grandes a coste mucho menor, éstos vienen equipados con microlentes de inclinación variable, y mediante software se puede compensar cualquier peculiaridad de los objetivos empleados (lo que está haciendo Hasselblad/Imacon, y probablemente otras marcas también, incluyendo en el firmware una base de datos con información de los objetivos de la marca). El resultado es que, en efecto, los sensores FF de Canon permiten obtener resultados de calidad muy superior a la que ofrecen sensores más pequeños, le demos las vueltas que le demos, en términos de ruido, pero también de número de píxeles y nitidez del detalle captado, como explica Erwin Puts. A mayor tamaño, mayor calidad de imagen, dadas las curvas MTF decrecientes de los objetivos. Se puede compensar la limitación de un sensor menor con objetivos muy optimizados, pero como dice Erwin Puts, eso lleva a objetivos caros y grandes, y la compensación sólo es parcial. Un sensor mayor "se puede permitir el lujo" de un objetivo no demasiado sofisticado, y aún así obtener mejores resultados. Puts también defendía los argumentos de Olympus, pero recientemente las pruebas de laboratorio le han hecho cambiar de opinión, como él mismo reconoce. Sinceramente creo que las opiniones de Sama o Creed, con todo el respeto, son insostenibles, y conforme pasa el tiempo la evidencia en contra es más abrumadora.
En definitiva yo creo que recortar el sensor evita un problema real (en algunos casos), pero por las bravas. Poco a poco se han ido desarrollando tecnologías en los sensores y los procesadores internos de las cámaras que permiten corregir los problemas aprovechando al máximo todo el círculo de luz, lo que tiene un efecto muy positivo en la calidad de imagen general. Eso, combinado con las economías de escala que permiten fabricar sensores grandes a costes cada vez menores, está conduciéndonos a una situación en la que competir con un formato menor se hace cada vez más difícil. Véase Olympus o la propia Nikon (aunque aún fabrican la F6 y objetivos de 35mm, por lo que ya veremos). Prácticamente han dejado sola a Canon (y a las marcas de formato medio) en buena parte del mercado profesional (casi todo). Y ni el coste, ni el tamaño de las cámaras ni los teóricos problemas de los sensores grandes parecen ser una baza en manos de las empresas que se han atado a formatos más pequeños.
Yo no tengo ni he tenido ninguna cámara Canon, pero las cosas son como son.