La verdad que ya comienza a ser un poco cansino ver que hay cientos (por no decir miles) de fotos hechas con el manual de Mellado sobre el tratamiento por zonas. Es más, como son tan carácterísticos y quien se lee el libro opta a la imitación (igual sucede en poesía cuando se comienza o en novela que se hacen imitaciones de Lorca o de García Marquez), en cuanto ves una dices: ¡zás! este tiene el libro.
Como han dicho anteriormente está bien leerlo, tomar apuntes, pero luego, por favor, el error está en querer sacar todo el mundo la barca de la portada.