Estoy con vosotros oscarmegia, en mi opinión en un flujo de trabajo cuadriculado (con cuadriculado quiero decir no sujeto a alteraciones en función de la foto a tratar sino totalmente estricto en aras de una mayor operatividad) creo más correcto conceptualmente dejar para el final el enfoque de la imagen por los siguientes motivos:
- El enfoque genera efectos indeseados colaterales que, se noten más o menos, están ahí y por tanto de hacerse en origen entrarán a formar parte de la cadena de edición.
- El enfoque es irreversible. Así como una curva o un ajuste de saturación puede hacerse con máscaras de capa que se pueden reajustar hasta el último momento, el enfoque una vez aplicado ahí queda.
- Aunque esto es otro debate, si asumimos que el enfoque es mejor aplicarlo sobre la imagen en su tamaño en pixels final lista para impresión, dicho tamaño solo lo podremos conocer al final.
Creo que hay 3 etapas de la edición que deberían hacerse necesariamente al final, y no guardarse nunca en el TIFF final editado (aquí estoy de acuerdo con Mellado) sino adaptarse a cada copia que vayamos a sacar, y son por orden de aplicación:
1. Reescalado
2. Enfoque
3. Virado (en fotos BN si procede)
Lo que pasa es que luego te enseñan como enfoca de bien el Capture One, y ya dudas, y te empieza a dar pena no aplicar un poquito de enfoque al revelar.