un multiplicador modifica la distancia focal del objetivo y te quita luz, uno o dos diafragmas. si no se modifica la distancia mínima de enfoque, al tener un encuadre más cerrado te da más magnificación. no afecta al resto del enfoque, el objetivo sigue enfocando a infinito.
un tubo de extensión, que no tiene lentes como el anterior, separa tu objetivo del cuerpo, y haciendo esto reduce la distancia mínima de enfoque, y por tanto, al acercarte más, ganas magnificación. tu objetivo ya no enfoca a infinito. con algunos pierdes todos los automatismos (AF, medición...) de la cámara, con otros no. con los tubos también pierdes luz. la calidad es la del objetivo, el aire de los tubos Kenko, Nikon, o lo que sea, es el mismo
una lente de aproximación se monta a rosca por delante. no pierdes luz, y la distancia mínima de enfoque también se reduce, cuantas más dioptrías, más se reduce. tampoco puedes enfocar a infinito. con las lentes no pasa como con los tubos, para no perder calidad necesitas una muy buena, mejor con varios elementos, y mejor si estos son de buen cristal (apocromáticos, baja dispersión...). las lentes Canon 500D y 250D son problablemente las mejores lentes de aproximación que hay, pero algo caras, entre 100 y 200eu dependiendo del diámetro. yo la uso con un 70-200 f:2.8, y a veces añado al conjunto un multiplicador 1,4x. no llego a 1:1 pero ando cerca, y con una calidad fantástica.
mi idea, puede que equivocada, es que los tubos de extensión van bien con objetivos no muy largos, y las lentes de aproximación mejor con teles.
no he usado nunca tubos, las otras opciones sí. una buena opción con relación calidad/precio insuperable son las lentes Raynox 150 y 250. por unos 40eu tienes una magnificación estupenda y una calidad más que aceptable.