Es algo totalmente normal en las cámaras digitales. No hay una solución totalmente efectiva.
El problema es que los sensores, al activarse, generan una especie de electricidad estática, que lo que hace es atraer todas las motas de polvo que esten por ahi dando vueltas. Por lo tanto si nosotros cambiamos la óptica despues de realizar un fotografía, el sensor funciona como un imán para el polvo. Por poner un ejemplo similar, la forma en que una televisión atrae el polvo o los pelos de brazo. Quien no ha puesto alguna vez el brazo delante del televisor para ver como los pelos se ponen de punta, como si el televisor los quisiera para él.
Dado que es un problema dificilmente solucionable, mis consejos son los tres siguientes, siempre que sea posible:
1. Esperar, para cambiar la óptica, un par de minutos para dejar que el sensor se descargue de esa electricidad estática.
2. Cambiar las ópticas donde haya la menor cantidad de polvo posible.
3. Cambiar las ópticas con la bayoneta encarada hacia el suelo, siempre es más dificil que el polvo suba que que baje.
Un saludo.
Natxo.