No sé si te voy a ayudar... o, más bien a líar:
Empecé, como diseñador gráfico en los albores de la informática, con una tableta. Entonces me pareció imprescindible, de uso muy intuitivo y fácil de controlar, sobre todo cuando se trataba de trazados de dibujo. Pronto tuve que reconocer que, por muy perfecta que sea la tableta, está muy alejada del lápiz o del pincel. Más tarde, con ocasión de una avería o de una actualización (no lo recuerdo bien), la sustituí por el ratón. Ya no he vuelta a usar ninguna.
El caso es que, si te haces con una tableta, no tardarás en verte forzado a sustituirla por un modelo más acorde con nuevos programas y sistemas operativos. Algo he aprendido, mientras tanto: que es más cómodo adaptarse al material normalizado (como el ratón) que intentar adaptar la informática a nuestros hábitos (siempre acabas perdiendo). Al final, con el ratón nos manejamos la mayoría perfectamente.
En cualquier caso, si te la puedes permitir,será una magnífica experiencia.