Hay un suelo que asciende hacia la luz, un portón indeciso y más allá los arcos. Paralelas, transversales y diagonales. Por el pasaje de los tiempos muertos sale con paso tímido el alma de Daniel Rabinovich cuando era pibe, detrás del vidrio lo mira lo que parece un maniquí pero es lo que queda de Tales de Mileto luego de tantas lecturas del teorema.
La foto. Está bien buena. Unos dirán que esto, otros que aquello, a mi me parece que sabés lo que estás haciendo. O no, quien sabe no...