En mi opinión, una compacta
"viejuna", al igual que un móvil actual —salvo honrosas excepciones—, no son la mejor elección para retrato. Esos microsensores no separan al protagonista del fondo, y
"sinencambio" desenfocan su nariz.
Bien por la expresión. Mal por la luz y por la toma tan perpendicular al sujeto y sin aire. Pero lo que más me tira para atrás, en este caso, y sin que sirva de precedente, es la cámara
con que está hecha, y siempre he dicho que no es la cámara, sino el camarero
.
Tal vez la mayor parte de culpa la tenga ese encuadre tan cerrado. Y no, no mejora en blanco y negro
.