Otra foto con poesía.
El responso de las teclas by
Daniel Bron, en Flickr
Bajo un velo herrumbroso
donde se ocultan las letras,
otrora eran dedos furiosos,
los que golpeaban sus teclas.
Arrumbada en la buhardilla
que desdeña su pasado,
es su piel la que no brilla
bajo ese manto empolvado.
Quién sabe cuántas historias
salieron de su rodillo.
Y cuántas de sus memorias
desfallecieron sin brillo.
Si tal vez pudiera hallarla
ese poeta ilusionado,
con paciencia le arrancara
suaves versos endulzados.
O quizás un periodista,
que sepa ver lo esencial,
con las dotes de un artista
vuelva esquivo su final.
Solo espero que no muera
oxidada y sin un amo,
por lo larga de su espera
que alguien oiga su reclamo.