los cielos en días luminosos y soleados, y en general las escenas de alto contraste, pueden ser la pesadilla de la fotografía digital. los sensores tienen una respuesta lineal a la luz, de modo que a diferencia de nuestro ojo o de las películas fotográficas cuya respuesta es logarítmica (un incremento de la cantidad de luz percibida no corresponde a un incremento equivalente de la señal captada, sino menor), a poco que nos despistemos sobreexponiendo se nos quedarán los cielos sin detalle e incluso se nos quemarán.
sería bueno que configures tu cámara para que en el display aparezca el histograma para detectar si has quemado o no la fotografía; si no la quemas, podrás recuperar el cielo al hacer el revelado RAW.