El fotógrafo Carlos Casariego impartirá una conferencia bajo el título «Fotografía de Arquitectura«, el jueves 16 de abril a las 19:45 en la sede madrileña del Istituto Europeo di Design (IED), situado en el Palacio de Altamira, como acto inaugural de su exposición sobre «La Habana» que permanecerá en el IED del 17 de abril al 6 de mayo.
Toda la información sobre estos 2 actos la podéis encontrar aquí.
Con esta exposición, “La Habana”, fruto del más reciente trabajo fotográfico, Carlos Casariego, al igual que en las anteriores series “Paisajes imaginados” y “Paisajes de la memoria”, continúa reflexionando sobre el paso del tiempo y la arquitectura como vocabulario básico para expresar sentimientos y en Caborian nos ha parecido una excusa inmejorable para plantearle algunas preguntas, que muy amablemente nos ha contestado:
Carlos, ¿Cómo surgió el proyecto de La Habana?
En las navidades de 2000 alguien me regaló el libro “Arquitectura en la ciudad de La Habana, primera modernidad”, editado conjuntamente por los Colegios de Arquitectos de Asturias, Galicia y León. Se trataba de una catalogación amplia y descriptiva de la arquitectura de esa época. Yo no sabía nada, o casi nada de La Habana y quedé impresionado por el ingente patrimonio arquitectónico de la ciudad; precisamente el tipo de arquitectura que me emociona y me hace soñar, aunque esa noche no pude dormir dándole vueltas al proyecto. Solicité alguna beca para llevarlo a cabo, pero no surgió nada y el proyecto quedó dormido. Finalmente, tras 8 años de espera, pude financiarlo yo mi mismo.
¿Cómo fue el desarrollo y planificación de la captura de las fotos? Por ejemplo ¿volvías varias veces a los mismos sitios hasta encontrar las condiciones adecuadas?
Me pase meses enteros estudiando la ciudad en Google Earth, tanto que cuando llegué allí la gente no podía creer que no hubiera estado antes. El libro me sirvió de guía para mis primeros pasos, después me olvidé de él y seguí mi instinto.
Salía a caminar con la cámara todas las mañanas muy temprano trazando diferentes itinerarios, y a excepción de las horas punta del medio día, en las que tomaba un receso, seguía hasta la caída del sol, que en el trópico ocurre de manera brusca. Entonces regresaba a casa, revisaba el trabajo en el portátil y tomaba notas. Si algo lo consideraba importante, volvía en el mejor momento de luz.
¿Fue cambiando tu idea del proyecto a medida que lo ibas desarrollando o ya desde el principio sabías lo que querías contar y te ceñiste a eso?
Yo quería hablar del pasado a través de ese estilo de arquitectura universal, pero sin ser explicito, de forma sugerente. En ese sentido no se trataba de hacer un retrato fiel de la ciudad de La Habana tanto como “utilizarla” para expresar mis propios sentimientos. Hubo edificios que no me lo permitieron tal como había previsto en mi imaginación, pero otros, inesperadamente, me brindaban todo su apoyo.
La ciudad se presta a muy diversos enfoques, uno sin duda es el “paisaje humano”, pero eso es otra historia.
El color es fundamental. ¿Seleccionabas las horas en las que salías a fotografiar, buscando una luz determinada, todas las horas son buenas según para qué motivo?
Sin duda el color es una de las clavesdel proyecto, que también hubiera podido titularse “La Habana, exterior día”. A parte de lo que uno puede llegar a planificar, la sorpresa es fundamental en este tipo de trabajo; La Habana es inmensa y no puedes pretender abarcarla. Uno puede pasar muchas veces por el mismo lugar y no “ver” nada. Sin embargo un día las circunstancias de luz te ofrecen un espectáculo inesperado. Echo de menos haber trabajado de noche, pero era muy arriesgado.
Una vez pasado por todo este proceso ¿cómo nos describirías La Habana?
La Habana, tal como es hoy, tiene fecha de caducidad. La definiría como un paraíso en vías de extinción, como un “milagro en equilibrio”; un viaje al pasado donde el reencuentro con cosas de ti mismo que creías olvidadas es posible. Puedes rastrear los lugares vivos de la literatura de Cabrera Infante, Carpentier, Lezama Lima, Reinaldo Arenas, Leonardo Padura y tantos otros.. Por mi parte no conozco otra ciudad en el mundo más apasionante.
¿Es una serie cerrada o piensas seguir volviendo por La Habana, no solo para aumentar el número de imágenes, sino incluso para documentar como pasa el tiempo por alguno de los lugares fotografiados?
En principio la idea era hacer un libro, y está claro que dos viajes son insuficientes para eso; pero el proyecto tiene que auto-financiarse con la venta de obra en las exposiciones y eso siempre es complicado.. A mi me gustaría mucho continuar la serie, ya veremos. Por otro lado también me apetece fotografiar Nueva York, Brasilia y tantos otros lugares.
¿Qué diferencias estableces entre el planteamiento de un trabajo como este y los trabajos comerciales de arquitectura?
El planteamiento es radicalmente diferente. Mientras que en un encargo comercial en el que tu misión es “explicar” un edificio como intermediario entre el arquitecto y el receptor de las imágenes, aquí lo haces de manera directa. No has de dar explicaciones excepto a ti mismo; el “compromiso” esta en la calidad de la obra y en tu capacidad de emocionar.
¿Y respecto a otra exposición tuya anterior como fue la de «Paisajes de la memoria«, a la que pertenecen las 3 fotos que figuran sobre este texto?
La Habana” tiene un componente de aventura que no estuvo presente en “Paisajes de la memoria”, también es un proyecto con vocación global. Sin embargo los dos hablan de la arquitectura y del paso del tiempo. Tal vez sea el color y el propio formato lo que más los diferencie, ya que en ambos trabajos la realidad está planteada de forma muy fragmentada.
¿Cómo has enfocado la charla que vas a dar con motivo de la exposición? ¿De qué nos hablarás?
Voy a hablar de la “fotografía de arquitectura” desde la perspectiva del encargo comercial. Será una charla práctica destinada a los estudiantes del IED, en la que intentaré dar respuestas a temas como, el inicio en la especialización, las herramientas de trabajo, la página web profesional, cosas así. Me apoyaré en mi propia web online durante la intervención.
Finalmente, desde Caborian queremos recomendaros no solo asistir a la conferencia y exposición, sino también que os paseis por la web de Carlos Casariego, donde comprobaréis que la nota de prensa no miente cuando dice que «inmerso en esta experiencia de descubrimiento, de profunda fascinación por el entorno, Casariego, desde su doble perspectiva de pintor y fotógrafo, va componiendo sus imágenes con sencillez, descartando lo accesorio, fragmentando la realidad hasta su más escueta sugerencia, haciendo suya la luz, el color, la textura y la historia».
Publicado por Héctor Fdez.