Patrones estructurados. Elementos visuales repetidos que producen ritmo en la imagen.
El ritmo en fotografía es la disposición periódica y armónica de elementos formales en la escena. Estos elementos suelen ser sencillos y similares, con lo que ofrecen pocas posibilidades de interpretación. Puede tratarse de puntos, líneas, objetos geométricos o elementos de la vida cotidiana (los peldaños de una escalera, una barandilla, o las míticas farolas o sombras). La belleza alcanzada por este tipo de imágenes, supera con creces la de uno de los elementos aislados, que solitario suele parecernos anodino.
El patrón de distribución de los elementos puede variar. Los elementos pueden encontrarse todos ordenados en un mismo plano, se pueden alejar ordenadamente, se pueden acercar ordenadamente y tambien pueden estar desordenados. La combinación de dos o más patrones también es posible, dando lugar a imágenes más complejas.
Estos patrones los podemos construir a nuestro antojo para después fotografiarlos, o podemos cazarlos en la naturaleza o en el entorno urbano, según nuestras preferencias.
La importancia de romper el ritmo
Es posible que ciertas escenas tengan un ritmo demasiado monótono al no encontrar ningún elemento que destaque. Para añadir tensión a este tipo de imágenes, podemos romper el ritmo de los elementos. Eso si, teniendo mucho cuidado en la zona de la escena que situamos la ruptura. Generalmente debería coincidir con uno de los puntos fuertes de la imagen, para que a nivel compositivo la imagen gane interés.
Si en todo tipo de imágenes es importante la pulcritud técnica, este tipo se lleva la palma, porque al basarse en elementos formales tan simples, cualquier imprecisión o imperfección, es mucho más visible y nos destrozaría la imagen.
Texto: Nati. Fotografías: alfonsom, Nati, John Silver el Largo, Rin, Jaime Mu, Chavi, Quicopedro, Don Mammut, xp50
publicado por Félix Sánchez-Tembleque | wiggin