Bueno, pues tras un vuelo que se ha pasado más rápido de lo esperado (2 h. Madrid-Amsterdam + 4’5 h. escala + 9 h. Amsterdam-Pekín), hemos desembarcado con un calor sofocante, que sumado a la humedad ambiente, hace que esto sea un bochorno terrible.

Cientos de chinitos voluntarios por todos lados, nos han llevado «de la mano» hasta el bus que nos ha dejado en el hotel…donde varias decenas más de voluntarios chinos nos rodean y sonríen a cada instante. Y el aire acondicionado debe estar a 18º como mucho. ¡La que nos espera!

El tiempo de cambiarnos, pantalón corto, sandalias y camiseta…(y sobra la mitad!) e irnos para el MPC.

Lo primero, visita a la oficina del COE para presentarnos a «los jefes» (vamos a currar para ellos), donde hemos charlado un rato con María Escario y Sergio Sauca, que andaban recabando información y saludando a todos con los que llevan años compartiendo eventos, y a comer algo al enorme buffet de prensa. Sergio Sauca llevaba una sudadera y un pañuelo al cuello, intentando no perder la voz con estos cambios de temperatura.

Hemos bajado con el tiempo justo para registrarnos en Kodak y recoger el chaleco que llevaremos durante los Juegos, junto con una batería de regalos que va a hacer que me odiéis aún más y que merecen una entrada aparte, je, je, je!

Luego, a Canon, otra ficha y más regalitos. Y ahora estoy sentado en uno de esos «reservados» que podéis ver en la panorámica de arriba, probando cómo va el ADSL. Parece que por ahora no hay queja.

Espero tener tiempo para hacer un repaso más detallado del centro de prensa, porque realmente abruma, pero por ahora, esto es todo. Al hotel, y mañana, si no hay cambio de planes, a ver la muralla, o como dijo Aitor, «la pared más larga del mundo».

Desde Pekín, rodeado de chinitos sonrientes y voluntarios…

JMC