Pentax ha presentado esta semana dos novedades interesantes dentro de un segmento de mercado que últimamente no se prodiga en ellas. Se trata de una DLSR cuya principal característica diferenciadora es que está sellada frente al agua y el polvo y un objetivo, si bien no tiene ese sellado, sí tiene un recubrimiento especial para protegerlo de la intemperie.
La K-30 hereda el aclamado sensor de 16 megapíxeles que comparten -con pequeñas modificaciones- su hermana mayor la K-5, la Nikon D7000 y varias Sony, con un precio de 800€ (solo el cuerpo). Un notable visor con aumento de 0,92x y 100% de cobertura, estabilización en el cuerpo -para todos los objetivos- y un tamaño y peso muy contenidos hacen de ella una alternativa muy interesante como cámara ‘outdoor’ y para viajar ligero y sin preocupaciones. El uso posible con batería de litio o pilas tipo AA multiplica sus posibilidades en lugares remotos. Las principales especificaciones son las siguientes:
– Sensor APS-C con 16 mpix, modo LiveView y sistema de limpieza.
– Rango de ISO de 100 a 12800 (extendible a 25600).
– Rango de velocidades de 30 segundos a 1/6000.
– Grabación de video HD 1080p a 24/25/30 fps.
– Cuerpo sellado de policarbonato.
– Estabilización en el cuerpo por desplazamiento del sensor.
– Autofoco con 11 puntos, 9 de ellos en cruz y sistema Focus Peaking en modo LiveView.
– Disparo en ráfaga a 6 fps hasta 30 JPG/8 RAW.
– Pantalla LCD de 3″ y 920 kpix.
– Tamaño y peso: 130x97x71mm / 650g.
Junto con ella se ha presentado un 50mm f:1.8 que sirve exclusivamente para cámaras con sensor de tamaño APS-C en las que representa un tele corto luminoso y como suele suceder con estas focales tiene un precio bastante contenido de 269€.
En DPReview tienen ya como es habitual una prueba previa.