Desde la redacción de Caborian no podemos dejar pasar una historia -y su materialización en forma de reportaje fotográfico- como la que presentó Nati Martínez y que por motivos que no entramos a valorar fué censurada en un espacio supuestamente público.
Autorretrato en 14 mm : la fotografía como terapia
Un pequeño tumor cambia tu relación con el mundo… el mecanismo medico invade tu vida y condiciona tu existencia… horas de consultas, pruebas, tratamientos, estancias en el hospital. Una espiral en la que cuesta mantener el norte. Durante todo ese periodo, tener mi pequeña Lumix a mano y pensar en las posibles imágenes que mi nueva situación me ofrecía, me ha mantenido la mente activa y la cabeza distraída. Junto con el apoyo de las personas queridas, esa relación fotográfica con la situación, la ha hecho mas llevadera.
Colateralmente, andas cerca de la muerte, y te das cuenta de que no es ni tan negra, ni tan fea, ni tan alargada e imponente como te la imaginabas… que es mucho peor la de los seres queridos que la tuya propia. Que llega de puntillas y con suavidad, casi como una caricia… que no da miedo, aunque tampoco hace ninguna falta que se quede. Esa se me escapo, no pude fotografiarla, y no pienso correr a buscarla. Lo que si creo que fotografié, fue la soledad en la que te encuentras, y contra la que es imposible luchar.
Ahora, tras dos años, me planteo que hacer con mi vida, y la conclusión es clara: vivirla.
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