Nikon ha presentado esta semana la nueva cámara de sistema compacto V2 que se convierte en el nuevo buque insignia de su gama CX o Nikon 1. Al contrario de lo que sucedió con la gama de entrada en la que la evolución del modelo J1 al J2 era mínima, en este caso los cambios son más importantes. El nuevo modelo pasa de un sensor de 10 megapíxeles a 14 y por encima del visor óptico que ya integraba la V1 sitúa ahora un pequeño flash.
El nuevo cuerpo incluye además un nuevo grip y un dial de modos PSAM que hacen que el aspecto general se parezca más a una DSLR salvando el tamaño. También una rueda de control para modificar la apertura o velocidad, algo que se echaba de menos en los modelos anteriores, más orientados a captar mercado de compactas que a usuarios de réflex buscando una alternativa más ligera. Otros cambios importantes, según declara el fabricante, son que se ha mejorado la velocidad de enfoque -que ya era la mejor del segmento- y la ráfaga, que ahora llega a 15 fps.
Parece que Nikon se sube al carro de los modelos más orientados a fotografía avanzada dentro de los sistemas compactos tal y como sucede con las NEX6 y 7 y con la Olympus OM-D. Sin embargo sigue teniendo la penalización del sistema Nikon 1 desde su inicio, su tamaño de sensor mucho menor que el resto de sistemas compactos hará que las características de ruido y rango dinámico del sensor estén lejos de la competencia.
Su precio con el objetivo kit 10-30 (27-90eq) será de 900 dólares/euros y junto con ella se ha presentado un nuevo flash (SB-N7) con cabeza orientable y número guía 18m (160 dólares/euros).También se ha anunciado el desarrollo de tres nuevas lentes, un tele corto para retratos 32mm f:1.2 (equivalente a 85), un superzoom 10-100 f:4-5.6 (eq. 27-270) y un zoom ultraangular 6.7-13 f:3.5-5.6 (eq 18-35).
Por Félix Sánchez-Tembleque (wiggin) | Más información en Dpreview y Nikon España