A estas alturas de la película nadie duda de las ventajas del digital, ha supuesto una verdadera revolución en el mundo de la fotografía, pero sigue teniendo un talón de aquiles y éste es el de la suciedad acumulada en el sensor.
La lucha contra el polvo no es algo nuevo, desde siempre ha sido una amenaza para negativos y diapositivas. Pero con la llegada del digital ha tomado una posición relevante. El polvo acumulado en el sensor es algo que tarde o temprano le pasa a todo el mundo y contra el que aún no hay remedios definitivos, algún fabricante como Olympus ha desarrollado una tecnología de ultrasonidos para que la cámara se autolimpie, pero el resto de fabricantes deja la lucha contra el polvo a terceras partes. Bastoncillos, líquidos, aspiradores, pinceles… la oferta es variada y hoy probamos la última propuesta del fabricante canadiense VisibleDust.
La empresa se especializa en tecnología de biochips, su experiencia en tecnologías que facilitan la atracción de proteínas y ADN a una superficie similar a la de un cristal de biochip, les ha permitido desarrollar un producto de alta tecnología que permite luchar contra el polvo de nuestro sensor, o del cristal que lo protege, que es realmente lo que limpiamos.
Los primeros pinceles de la compañía necesitaban que fuesen cargados estáticamente con la proyección de un chorro de aire comprimido. Aunque el proceso es sencillo, supone un incordio tener que cargar con un bote de aire comprimido o buscar aquellos que no contengan propelentes que puedan contaminar el pincel. Las últimas normas de seguridad en los aeropuertos prohiben el transporte de botes con aire a presión, por lo que VisibleDust desarrolló una nueva generación de productos de limpieza: el Artic Butterfly y el Sensor Brush SD.
Artic Butterfly
El Artic Butterfly se desarrolló como kit de viaje o para limpiezas ligeras del sensor, ya que su pincel es mucho más pequeño y tiene muchos menos filamentos para la limpieza. Su manejo es sencillo, necesita un par de pilas tipo AA para alimentar un pequeño motor eléctrico que hace girar el pincel para cargarlo.
Tres pulsaciones al botón de unos 3 segundos cada una son suficientes para cargarlo. Tras ello, se procede a limpiar el sensor como con el pincel tradicional. El sistema funciona bien, permitiendo limpiar el sensor de forma sencilla y práctica. Tiene el inconveniente del diseño de su carcasa, concebida como un bolígrafo, se tiene que separar una tapa para dejar al aire el pincel. El método de sujeción de la tapa no es muy firme y es habitual que si se transporta en la mochila se abra accidentalmente. VisbleDust sirve el Artic con una funda que aunque lo protege no impide que el pincel se pueda contaminar al abrirse accidentalmente.
En un reciente viaje en avión, introduje el Artic en el equipaje a facturar y al llegar al destino comprobé que el dispositivo estaba totalmente desarmado, aunque sin roturas. Al ser un sistema pensado para el viaje y transporte, el fabricante debería revisar el diseño del mismo en este aspecto. Tampoco estaría mal añadir un sistema de seguridad que impida poner en marcha el aparato mientras se procede a la limpieza del sensor.
Sensor Brush SD
Basándose en el concepto del Artic Butterfly, VisibleDust desarrolla también un kit que incluye sus pinceles tradicionales y un dispositivo para cargar el pincel sin el uso del aire. El uso es exactamente igual que el visto en el Artic Butterfly, aunque en este modelo no existe capuchón y disponemos de unos adaptadores intercambiables para utilizar los distintos tamaños de pinceles que fabrica la empresa. Todo ello viene presentado en un caja de plástico rígido, útil para guardarlo cuando no se usa.
En esta pequeña película en flash podremos ver al SD en acción.
Con estos nuevos productos, VisibleDust amplía su gama de productos para mantener el sensor en perfecto estado añadiendo el plus de no tener que depender de la disponibilidad de un bote de aire comprimido cada vez que queramos proceder a la limpieza de nuestra cámara. Totalmente recomendables.