Bokeh 50mm. (1)
A 50mm la cosa cambia notablemente ya que la profundidad de campo a efectos prácticos se ha reducido. A f4.0 podemos observar que el objeto ya aparece claramente diferenciado de su entorno, aunque éste es perfectamente distinguible. En la zona superior de la imagen se ha procurado un alto contraste para analizar cómo lo resolvía la lente. El bokeh es de buena calidad, sin embargo, la escasa luminosidad de la óptica no permite entrar en el mundo de los desenfoques espectaculares a no ser que nos acerquemos mucho a nuestro motivo de interés. En este sentido, objetivos como el Canon EF 50mm f/1.4 USM o el Canon EF 85mm f/1.8 USM tienen un valor insustituible en ciertos ámbitos, por ejemplo, alguna modalidad de retrato o bien en fotografía de detalles paisajísticos y no pueden ser sustituidos por éste 24-105. En la zona más quemada de la imagen se observa plenamente el objeto que está por delante del cielo sobreexpuesto y el efecto no es atractivo.
bokeh 50mm f4.0
A f5.6 el fondo se aprecia algo más definido que a f4.0, aunque diferencias en cuanto a la calidad del bokeh en sí misma no se observan:
bokeh 50mm f5.6
A f8.0, el objeto ya aparece totalmente integrado en su entorno, que comienza a resulta verdaderamente nítido:
bokeh f50mmf8.0