Y en el JPG, los píxeles calientes se han esfumado, pero la imagen ha perdido bastante detalle:
Parece evidente que la solución más indicada pasar por disparar en RAW con la reducción de ruido activada y procurar ajustar muy bien la exposición para evitar modificarla por software a la alza, a fin de mantener el mínimo número de artefactos posible. Por suerte, se puede seguir haciendo fotos con la 5D mientras dura el proceso de corrección, aunque la visualización de menús y contenidos en la pantalla LCD no es posible. Además, la configuración de la reducción es especialmente interesante porque puede activarse, inactivarse, o bien podemos permitir que la cámara decida cuando la aplica o no, de forma que no perderemos el tiempo con el proceso si éste no es necesario (y si tiramos en JPG no habrá merma innecesaria en la nitidez de la imagen). En nuestras pruebas, la calidad de las fotografías no se ha alterado en exposiciones de 2 y 3 minutos, es más bien a partir de 5 cuando se empiezan a apreciar los artefactos, siempre teniendo en cuenta la temperatura ambiental de 22 grados. Si fuera una toma nocturna en plena noche invernal cabría esperar mejores resultados.