En cuanto al balance de blancos, la 5D ofrece varias opciones de trabajo que configuran un panorama muy completo. Éstas son:
* AWB – Auto white balance (balance de blancos automático): la cámara elige automáticamente la temperatura de color que ella considera más adecuada para cada situación. Si usamos el flash, el balance de blancos se ajusta para la luz del mismo.
* Preset white balance (balance de blancos predefinido): permite seleccionar manualmente una configuración para el balance de blancos de las incluídas en la propia cámara. En total, podemos elegir un balance para luz de día, zonas sombreadas, día nublado, luz de tungsteno, luz fluorescente y flash.
* Custom white balance (balance de blancos definido por el usuario): es un modo especial en el cual nosotros mismos definimos el balance de blancos fotografiando un objeto de color blanco o neutro.
* K Color temperature (temperatura de color en grados Kelvin): nos permite seleccionar manualmente la temperatura de color para nuestra imagen.
Es evidente que si disparamos en RAW y llevamos una carta de colores apropiada todo resulta mucho más fácil, pero aún así, la gente de Minolta se ha esforzado en este apartado. Nosotros no hemos testeado la cámara a fondo en este aspecto, sino que la hemos utilizado con el balance de blancos automático y las situaciones típicas: luz fluorescente, tungsteno, zona sombreada, luz de día… en la mayoría de los casos se comportó aparentemente bien, aunque sin una carta de color convenientemente calibrada es difícil hacer valoraciones al 100% objetivas. No obstante, el balance de blancos automático no es la panacea y puede hacernos alguna que otra pequeña pifia, sobre todo si hay algo de mezcla de luces.