En cuanto al objetivo del kit, el Konika Minolta AF DT 18 – 70 mm f 3.5 – 5.6, hay que decir que si bien no es una lente de alta gama y construcción excelente (por ejemplo, su bayoneta es de plástico) cumple de sobra su cometido, ya que la calidad de imagen que ofrece es aceptable y las aberraciones cromáticas no destacan por su presencia. Además, es un buen todoterreno que abarca una focal más amplia que otros como el conocido 18-55 de Canon (que viene a ser la peor lente introducida en un kit a lo largo de la historia), de modo que el usuario final podrá realizar un buen número de fotografías con él antes de plantearse su sustitución.

En esta horrorosa imagen se puede apreciar más o menos lo que comentamos (f8.0; 1/60):

Buena calidad en el centro:

Aceptable resolución en las esquinas:

Y aberraciones cromáticas nada exageradas, aún en situaciones tan forzadas como la siguiente:

Los mismos resultados, o muy similares, hemos observado en prácticamente todas las distancias focales. Por otra parte, el comportamiento de la lente a su máxima apertura o a f16.0 es también similar, de modo que disponemos de un objetivo muy válido en casi todo su rango de trabajo.