La Nikon D70s fue anunciada el 20 de Abril de 2005 por su fabricante como una versión mejorada de la conocida réflex digital D70. Esta cámara comparte toda una serie de características con su antecesora, como por ejemplo, el sensor CCD de 6,1 megapíxeles efectivos, pero incluye igualmente un considerable número de modificaciones que la convierten en un producto mucho más actual. Entre ellas, podemos citar la mejora del autofocus, una mayor cobertura por parte de su flash (para grandes angulares), una batería de más capacidad, una pantalla de mayor tamaño, la posibilidad de empleo de un disparador remoto por cable y un firmware totalmente rediseñado.


Por otra parte, sigue manteniendo toda una serie de atractivas características comunes a su hermana menor, la D70, como la práctica inmediatez de su encendido (0,2 s), la sincronización con el flash a velocidades de 1/500, la posibilidad de realizar fotografías a 1/8000 o la capacidad de disparar 3 fotos por segundo hasta un máximo de 144 siempre y cuando nuestra imágenes sean grabadas en calidad JPEG normal y utilizando una tarjeta de memoria rápida, tipo Sandisk Ultra II o Extreme. El procesador de la D70s continúa siendo el System LSI, caracterizado por dar lugar a imágenes de colores vivos y contrastados, así como por poseer un eficaz algoritmo de reducción de ruido en largas exposiciones. Es también el encargado de la previsualización de imágenes en el LCD de la cámara y del resto de operaciones comunes, tales como la grabación simultánea de archivos NEF (formato raw de Nikon) y JPG.

Gracias a Fotocentro, en esta ocasión hemos podido conseguir una unidad de prueba de la cámara, no sin pocas dificultades, ya que en el momento actual no existe una gran disponibilidad de las mismas y se reciben por encargo, lo que impide a efectos prácticos realizar un análisis extenso de la máquina.

Éste es su aspecto externo:

La D70s resulta una máquina sólida y bien construída. Todos los materiales en ella son de buena calidad, a pesar de que el cuerpo no es metálico. La impresión general es muy buena y no parece en ningún momento frágil o endeble. Igualmente, la textura externa, rugosa, evita que la cámara resbale cuando la sujetamos y da gran sensación de seguridad al sostenerla. Resulta algo más grande que la 300D, pero a su vez no es pesada, y se muestra muy ergonómica.

El encendido se realiza con el interruptor que rodea al disparador, y que a su vez se encuentra junto a los botones de conmutación del modo de medición y compensación de la exposición, es prácticamente inmediato.

Echando una ojeada general, lo primero que llama la atención es su gran pantalla de 2 de pulgadas:

Es un elemento LCD de gran calidad y que permite la visualización cómoda de menús e imágenes prácticamente bajo cualquier condición lumínica, incluso a pleno sol. La fidelidad de color es muy buena y la navegación con la cruceta incorporada a la derecha de la misma se hace muy cómoda. Hay que reseñar que la pantalla posee un protector plástico de quita y pon. Se puede trabajar con él, y no es excesivamente incómodo, pero por ejemplo, para comprobar el foco detallado de una imagen puede ser engorroso. Sin embargo, resulta buena idea utilizarlo en condiciones desfavorables.

El firmware ha mejorado también notablemente, y ahora se muestra muy sencillo e intuitivo. Resulta francamente fácil comenzar a trabajar con la cámara en unos minutos y configurarla a nuestros gustos y necesidades. Además, la visualización de las imágenes una vez realizadas, aún en formato NEF, es extremadamente rápida, siempre que se utilice la tarjeta de memoria adecuada. Todas las operaciones de visualización, zoom, presentación de histograma y demás se realizan a gran velocidad, de forma muy cómoda y simple gracias a los atajos de la cruceta, y como decíamos, con la celeridad típica de una cámara de gama alta.

Por otra parte, el cambio de parámetros básicos como el ISO, la calidad de imagen, el área de enfoque o el balance de blancos se efectúa de forma muy rápida, con la sóla pulsación de un botón de los que circundan la pantalla LCD seguida del desplazamiento rápido de una de las ruedecillas presentes en la zona derecha de la máquina (main command dial y sub command dial). Hay que tener cuidado a la hora de operar con la delantera (sub command dial), porque no resulta difícil apagar la cámara en el intento.

Evidentemente, también pueden realizarse estas operaciones navegando a través de los menús de la cámara. El panel de control que posee la D70s es muy completo y útil, mostrando en todo momento el nivel de carga de la batería, la velocidad de disparo, el diafragma, el área de enfoque, balance de blancos, calidad de imagen, modo de autofocus, estado del flash, si tenemos activado o no el beep de enfoque… una gran cantidad de datos comprimidos en pequeño espacio que nos permiten conocer el estado del aparato en cualquier momento a la hora de ir a realizar una fotografía con sólo un golpe de vista. Si estamos trabajando por la noche, existe un botón de iluminación a su lado que posibilita la consulta sin problema en ausencia de luz externa.

Panel de control de la D70s mostrando simultáneamente todos los iconos. La D70s posee 7 modos predefinidos seleccionables a la hora de realizar las fotografías: – Auto: totalmente automático, como su nombre indica, y válido para el usuario convencional que busca mirar por el visor y disparar. La máquina ajusta todos los parámetros de la escena. –Retrato: resalta los colores de la piel y abre el diafragma, para desenfocar el fondo de la escena. –Paisaje: aumenta el contraste y la saturación, para dar colores vivos y espectaculares. –Macro: para enfoque cercano, de flores y objetos pequeños. La cámara automáticamente destaca los verdes y rojos, al tiempo que conmuta al área central para el autofocus. –Deportes: disparo a alta velocidad, para congelar la acción, se ajusta el resto de parámetros de la imagen a este requisito. –Foto nocturna: la cámara automáticamente activa la reducción de ruido, al tiempo que dispara a muy bajas velocidades y desactiva el flash.

Retrato nocturno: es un modo especialmente configurado para obtener fotografías armónicas en las que el objeto de retrato y el fondo de la imagen aparezcan integrados, incluso a pesar del uso del flash. Evidentemente, tiene las limitaciones propias de la mezcla de luces, en el caso de que ésta se dé. Y a parte de ésto, cuenta con los típicos modos creativos: P, S, A y M presentes en todas las reflex digitales.

La conmutación entre modos se hace con la rueda situada en la parte superior izquierda de la cámara. El visor de la nueva Nikon es, al igual que en todas las reflex con factor de multiplicación 1,5 o 1,6, notablemente pequeño y de pobre calidad. Sin embargo, dentro de sus limitaciones se comporta francamente bien. Las imágenes son bastante brillantes y nítidas y enfocar a mano no es excesivamente problemático. Cuenta, como era de esperar, con un eficaz ajuste dióptrico y su covertura del frame es aproximadamente del 95%.

Aspecto del visor con las 5 zonas de enfoque y la información suministrada a la hora de realizar la fotografía. La cámara utiliza tarjetas de memoria Compact Flash y como ya comentábamos anteriormente éstas deberían ser rápidas, ya que lo apreciaremos en gran medida en los tiempos de grabación y visualización de imágenes. Las tarjetas se introducen cómodamente en un compartimento diseñado a tal fin y se extraen accionando el correspondiente pulsador, que resulta muy grande y accesible, pudiendo realizarse la operación a ojos cerrados sin ningún problema.

No hemos podido comprobar la duración real de la nueva batería de ión litio de la cámara, la EN-EL3a, pero el fabricante anuncia que posee una autonomía suficiente como para realizar unas 2500 fotos. El cargador de la nueva D70 es también más pequeño y ligero que su antecesor y es apto tanto para cargar las nuevas baterías como las anteriores. También se puede adquirir para la cámara el adaptador que posibilita el uso de pilas convencionales.

La máquina posee igualmente tres modos de medición de luz para un correcto cálculo de la exposición:

La medición ponderada al centro, en donde se utiliza todo el frame para el cálculo lumínico, pero se da más importancia a la región central del mismo (en el visor, al círculo central de 8mm). Es el tipo de medición recomendada, por ejemplo, para retratos.

La medición puntual, como su propio nombre indica se realiza midiendo la intensidad lumínica en un punto de tan sólo 2,3 mm en el caso de la D70s y que se haya localizado en la zona de enfoque que tengamos seleccionada en ese momento en el visor de la cámara. Este modo asegura una correcta exposición del área que nosotros seleccionemos independientemente de las condiciones lumínicas de su entorno.

La medición matricial 3D, que es llevada a cabo por un sensor RGB de 1005 píxeles encargado de evaluar el brillo, color y contraste de todo el frame, analizando el área de enfoque que hemos seleccionado y la distancia al motivo a fotografiar. Posteriormente compara los datos de nuestra toma con los de otras 30000 fotografías contenidas en una base de datos, para decidir la exposición más correcta. Éste tipo de medición requiere el uso de lentes G o D. Además, la D70s cuenta con un sistema de autofocus de 5 zonas en forma de cruz (5-area Multi-CAM9000) fácilmente conmutables utilizando la cruceta que posee cerca de la pantalla. Existen dos modos de enfoque automático:

AF-S (single-servo autofocus): en este caso, la cámara enfoca el motivo a fotografiar al pulsar el disparador hasta la mitad y emite un sonido cuando lo ha logrado, momento en el cual podemos realizar la fotografía. Si el objeto está en movimiento, la cárama tratará de enfocarlo y sólo podremos disparar cuando esté perfectamente a foco.

AF-C (continuous-servo autofocus). La cámara enfoca constantemente cuando comenzamos a presionar el botón del disparador, y si el objeto de interés se mueve el autofocus de la cámara lo sigue para tratar de mantenerlo siempre enfocado (predictive focus tracking). En este caso, podemos realizar fotografías en cualquier momento, tanto si el motivo principal está enfocado como si no lo está. El autofocus, según el fabricante, ahora es más rápido y preciso que en su antecesora, sobre todo a la hora de seguir objetos en movimiento en AF-C.

En las pruebas que hemos realizado con la cámara, hemos utilizado el modo A, estando el autofocus configurado como AF-S y hemos disparado en RAW+JPEG BASIC (por si hubiera surgido algún problema con el procesado de los NEF). El balance de blancos se dejó en automático, se desactivó el sharpening de la cámara, se escogió la compensación de tono normal, y se optó por elegir la saturación «moderada», que teóricamente ofrece imágenes con más rango y preparadas para modificar con el ordenador. Igualmente, tampoco se activó la reducción de ruido. El objetivo que montaba nuestra unidad era el 18-70mm F3.5/F4.5 G, y venía formando parte del kit de la cámara (aunque no sea el objeto del artículo, la lente se comporta francamente bien, es ligera y muy recomendable). Los NEF se procesaron con el Nikon Capture 4.2 y todas las imágenes de la prueba provienen de archivos RAW.

Cuando se va a la calle con la cámara y se toma una foto cualquiera, la primera impresión que uno se lleva al procesar el archivo con el ordenador es que la imagen está básicamente terminada (y eso teniendo en cuenta que hemos desactivado los automatismos de la máquina en cuanto a sharpen, compensaciones y saturación). Este es el aspecto que ofrece una fotografía sobre la que no se ha ajustado ningún parámetro ni se ha modificado nada posteriormente, y como se ve, poco retoque necesita. El fenómeno se ha ido repitiendo con el resto de fotos sistemáticamente, aunque es cierto que ninguna imagen fue tomada en condiciones especialmente difíciles. Como no se ha probado la cámara con otra óptica diferente a la del kit, no es posible constatar si el fenómeno resulta inherente a la propia máquina o es cuestión de la lente. En cualquier caso, este detalle es algo que a buen seguro valorarán los usuarios con menos experiencia que adquieran la cámara junto con el 18-70.

Para comprobar el rango dinámico de la D70s se optó por tomar la siguiente fotografía, ya que en la misma imagen tenemos una zona muy iluminada por el sol, otra en sombra y otra en penumbra. Se midió para la zona en sombra, de tal manera que las penumbras del portal quedan muy suexpuestas y la pared amarilla claramente quemada. ¿Hasta qué punto es posible rescatar la imagen por partes?.

ISO200 f4.5 1/400 s.

La zona quemada (sin rescatar las luces altas) es ésta. Se ve claramente la sobreexposición, pero a pesar de todo, la cámara no ha llegado a perder la información excepto en el área del foco blanco, que sí es irrecuperable. Hay que señalar a todo esto que el rescate de luces con el Nikon Capture no es especialmente bueno, y resulta una pena no poder aplicar a día de hoy otro tipo de herramientas que si bien pueden no ser más potentes sí se muestran como mejores para ciertas correcciones.

La parte en penumbras del portal precisa +1,54 puntos de sobreexposición para ser visible, y aunque el ruido es notorio, en ningún momento resulta escandaloso, teniendo en cuenta el ajuste al que hemos sometido la imagen:

El CCD de la cámara se comporta bien en este aspecto y muestra una latitud notablemente amplia, que permite corregir en gran medida los errores cometidos sin problemas. Para la valoración del ruido en los distintos valores ISO se optó por fotografiar este portal, ya que él hay áreas luminosas, de tonos medios y oscuros:

En la D70s, el número mínimo resulta ser el ISO200, y los resultados que ofrece son óptimos en las tres condiciones de iluminación, el ruido no es apreciable.

ISO 200 luces altas.

ISO 200 luces medias.

ISO 200 luces bajas.

A ISO 250 y 320 no se observa prácticamente un aumento del ruido, ya que incluso trabajando a ISO 400 éste se mantiene en unos valores muy bajos, aunque comienza a ser detectable a simple vista cuando observamos la zona interior del portal:

ISO 400 luces altas

ISO 400 luces medias

ISO 400 luces bajas

El siguiente paso es ISO 500, y el incremento de ruido no es excesivo:

ISO 500 luces altas

ISO 500 luces medias

ISO 500 luces bajas

A ISO640 hay más artefacto en las sombras, pero globalmente la cámara trabaja francamente bien:

ISO 640 luces altas

ISO 640 luces medias

ISO 640 luces bajas

Y lo mismo se puede decir del ISO800:

ISO 800 luces altas

ISO 800 luces medias

ISO 800 luces bajas

A ISO1000 la cámara sigue ofreciendo un excelente comportamiento:

ISO 1000 luces altas

ISO 1000 luces medias

ISO 1000 luces bajas

E incluso a ISO1250 da buenos resultado a pesar de que el ruido en las sombras es notable:

ISO 1250 luces altas

ISO 1250 luces medias

ISO 1250 luces bajas

Y finalmente, llegamos al ISO1600, el tope de la cámara y donde el nivel de ruido es más alto. Sin embargo, la fotografía sigue siendo perfectamente utilizable y los artefactos no son excesivos.

ISO 1600 luces altas

ISO 1600 luces medias

ISO 1600 luces bajas

El comportamiento de la máquina en los diferentes valores ISO puede calificarse como muy bueno. El nivel de ruido se mantiene siempre en límites aceptables, e incluso forzando la situación las imágenes siguen siendo dignas.

Todas estas virtudes, sin embargo, van acompañadas de un punto negro, el tan traído y llevado moiré. En la D70s, al igual que su hermana menor, el filtro de antialiasing es muy débil, lo que posibilita obtener imágenes de gran nitidez. Sin embargo, la cámara se muestra bastante tendente a que surja este efecto que aparece cuando el nivel de complejidad de la superficie fotografiada es mayor que el poder resolutivo del sensor. Sobre dicho fenómeno se ha hablado ya largo y tendido y los usuarios de las distintas marcas estuvieron a punto de llegar a las manos en algunos casos. Se dijo que se debía a desconocimiento en la utilización de la cámara, y que también podía ser corregido en la mayor parte de ocasiones vía software. Igualmente, mucha gente propietaria de una D70 confirmó que llevaban hechas miles de fotografías con sus máquinas y nunca lo habían observado. En mi caso, aún no he realizado una sesión de fotos con la D70 o la D70s en la que el fenómeno no apareciera en uno u otro momento. En la prueba que nos ocupa no se buscaba la obtención del moiré y me despreocupé totalmente de él, sin embargo, éste es claramente apreciable en al menos dos fotografías.

En ésta, surge en el bolso de la chica:

Y en la siguiente foto aparece a lo largo de toda la pared de ladrillos:

En la instantánea de la pareja no es algo importante y puede ser solucionado con facilidad. Sin embargo, la pared es un caso totalmente diferente donde realmente la imagen está muy alterada y la corrección resulta compleja.

En cuanto al resto de impresiones generales obtenidas durante la prueba, éstas son francamente buenas: -El autofocus opera de una forma rápida y precisa, posibilitando la realización de fotografías en cuestión de segundos y con la garantía de buenos resultados. La foto de la pareja fue tomada de forma muy rápida, y en movimiento por mi parte, de modo que se resumió a mirar y apretar el botón disparador. La cámara hizo la fotografía y resolvió la escena perfectamente sin ningún tipo de problema:

No se ha probado la D70s con fotografía de acción, ya que resultó imposible, pero es de esperar que se porte bien. Hay que señalar, sin embargo, que en el caso de disparar en RAW la ráfaga de la cámara no es tal y sufriremos constantes parones. -En cuanto a la medición de luz, hay que decir que se tomaron una serie de imágenes utilizando la matricial 3D y los resultados han sido francamente buenos en todas las situaciones. Para fotos de propósito general o hechas en condiciones de urgencia en las que se deben asegurar los resultados su utilización con las lentes adecuadas es una gran opción.

La D70s es una cámara que ofrece gran calidad de imagen y todo tipo de opciones para su configuración, lo que permite su utilización por parte de gente con muy pocos conocimientos y también su empleo en un ámbito mucho más creativo, siempre con buenos resultados. La nueva pantalla incorporada ofrece una excelente calidad y el firmware ha sido completamente resideñado. El autofocus es muy eficaz, el acceso a las funciones básicas y el cambio de parámetros resulta muy rápido, el nivel de ruido se mantiene siempre en unos límites más que aceptables… además, está francamente bien construída, siendo sólida y robusta. Tiene dos puntos negativos, la presencia del moiré, que sigue resultando un incordio en muchas fotografías, y su precio, relativamente elevado con la lente del kit a día de hoy, pero no logran empañar la buena impresión general que ofrece la máquina como cámara en sí misma.