El mercado de las réflex digitales está que arde: aprovechando eventos como Photokina y las próximas Navidades, los fabricantes se apresuraron, un año más, a distribuir gran número de nuevas cámaras destinadas fundamentalmente al usuario aficionado. Si hace un tiempo apenas salía una o dos estas máquinas anualmente, hoy en día las cifras alcanzan números muy llamativos, ya que además de las sempiternas Canon, Nikon y Olympus, muchos otros fabricantes como Sony, Samsung, Sigma, Pentax o Leica están decididos a aportar su granito de arena, cada uno de ellos en el ámbito que mejor se desenvuelve.
En cualquier caso, es indiscutible que las cámaras que más atención acaparan son, actualmente, los nuevos modelos de Nikon y Canon. Tanto la nueva EOS 400D, sustituta de la exitosa 350D, como la recién llegada Nikon D80, sucesora de la no menos famosa Nikon D70s, están actualmente en el punto de mira de gran número de aficionados que buscan sustituir sus viejos equipos y también en el de muchos usuarios que aún no poseen una réflex digital pero están dispuestos a adquirir una en los próximos meses. Con la guerra que se ha declarado entre ambas compañías en mente, hemos diseñado el siguiente artículo como una comparativa entre las dos cámaras, ya que juzgamos que sería bastante más ilustrativo que analizarlas por separado de forma exhaustiva. De esta forma, no vamos a pormenorizar aquí, como es habitual en nuestras pruebas, todas las características de ambas máquinas, sino que intentaremos aportar una visión comparativa, que destaque los rasgos más llamativos de una frente a otra, a fin de poder concluir qué aparato es más apropiado para cada usuario.
Autor: Alberto Riera – Correcciones: Oscar Reixa – Maquetación: David BM
Para realizar nuestro artículo hemos optado por comparar directamente (en algunos tests) cámaras que se sirvieran formando parte de un kit, es decir, acompañadas de un objetivo. La 400D montaba el conocido CANON EF-S 18-55mm.f3.5-5.6, mientras que la Nikon estaba equipada con el Nikkor 18-135 mm f3.5-5.6 DX. Los precios de ambos kits son sensiblemente diferentes: el de Canon vale unos 875 euros mientras que el de Nikon ronda los 1200, es decir, hay algo más de 300 euros de diferencia entre ambos, una cantidad considerable. Sin embargo, todo aquel que desee adquirir la empuñadura de la 400D (y como veremos, puede ser necesario) tendrá que sumar 135€ más al precio de la cámara, lo que situaría el conjunto en unos 1000 euros y acortaría las distancias entre ambos modelos (aunque la 400D con empuñadura también pasaría a presentar, además de la mejora ergonómica, ciertas características muy atractivas que la Nikon no posee, como el doble disparador o la posibilidad de utilizar simultáneamente dos baterías, lo que también debe ser tenido en cuenta). En cualquier caso, nosotros compararemos las cámaras «tal cual».