Tan fundamental como disponer de un buen equipo fotográfico es protegerlo adecuadamente. En muchas ocasiones es suficiente transportar nuestras herramientas de trabajo en alguna de las mochilas específicamente diseñadas a tal efecto, que garantizan una protección razonable frente a las colisiones y los agentes externos. Sin embargo, a veces deberemos afrontar largos desplazamientos, ya sea en barco o en avión, o podemos vernos obligados a trabajar en condiciones especialmente rigurosas y de alto riesgo. En estos casos la mochila se queda pequeña y debemos considerar otro tipo de sistemas de transporte totalmente estancos y muy resistentes que salvaguarden nuestras cámaras y objetivos prácticamente en cualquier situación, ya sea una caída por un barranco, ya una inmersión repentina, ya que sobrevenga una explosión o un derrame de productos corrosivos. Para afrontar este tipo de situaciones existe equipamiento totalmente especializado fabricado por empresas que sólo desarrollan este tipo de productos. Dentro de ellas, Pelican (en Estados Unidos, en Europa es conocida como Peli) es una de las más prestigiosas, y sus productos son utilizados día a día por fuerzas de seguridad, personal anti-incendios, submarinistas, equipos médicos, fotoperiodistas, y en general, todo tipo de profesionales que deban trabajar en condiciones especialmente duras e imprevisibles.
En esta ocasión, gracias a la cortesía de Peli España, en Caborian vamos a analizar la nueva generación de una de las maletas protectoras más populares, hablamos de la 1510 – Travel Case, especialmente diseñada para transportar equipamiento delicado en las más duras condiciones. La 1510 se vende como un contenedor estanco, resistente a la corrosión, a los ataques químicos, al polvo, a las altas temperaturas y que ofrece una altísima garantía frente a golpes y colisiones por fuertes que estas sean. En el mercado español alcanza un precio de unos 200 euros.
La maleta pesa en vacío 5,9 kg contando las espumas protectoras con las que se sirve. El polipropileno con el que está fabricada le aporta un aspecto muy robusto y en ella no se han descuidado los detalles, a pesar de su orientación totalmente práctica. En el interior de la misma se encuentran las espumas protectoras que la acompañan, convenientemente precortadas, de forma que nosotros únicamente tenemos que definir sobre ellas las supercies de los objetos que pensamos alojar en el contenedor y arrancar las zonas de espuma sobrante. De esta manera, se pueden crear de forma cómoda perfiles para guardar sin holguras objetos muy complejos. También se puede solicitar que el producto se sirva con unos prácticos separadores que podemos distribuir a nuestro gusto, muy al estilo de los que existen en el interior de las mochilas para material fotográfico.
Como decíamos, la 1510 Travel Case está construída con polipropileno, un polímero plástico de gran versatilidad y resistencia, que no funde por debajo de 160 grados y que resulta incapaz de absorver el agua. Por ello, por ejemplo, se utiliza para hacer platos plásticos que puedan ser introducidos dentro de los lavavajillas. El polipropileno es parecido al polietileno, pero se diferencia de éste porque uno de los carbonos de su monómero poseen un grupo metilo (CH3). Se suele sintetizar a partir del propileno por procesos como la antigua polimerización Ziegler-Natta o el más moderno método que comprende la polimerización por metalocenos. En cualquier caso, estos dos sistemas de síntesis no son el objeto de nuestro artículo.
El polipropileno puede presentar varias formas. Por un lado, tenemos el polipropileno isotáctico, lo que significa que todos los grupos metilo de la cadena están dispuestos en el mismo lado. Es la forma más común y más utilizada:
Pero también existen otras formulaciones, como el polipropileno atáctico, cuyos grupos metilo están distribuidos al azar a ambos lados de la cadena:
Lo bueno del asunto es que las últimas técnicas de síntesis, como las basadas en catalizadores de tipo metaloceno, que antes comentábamos, han permitido diseñar copolímeros de polipropileno que contienen bloques de polipropileno atáctico e isotáctico, todo ello en la misma cadena. Esto es francamente importante, porque de esta manera se obtiene un polímero muy similar al caucho y por tanto, un gran elastómero. ¿A qué se debe este fenómeno?. Bien, los bloques de polipropileno isotáctico son prácticamente cristalinos, mientras que los de polipropileno atáctico resultan gomosos, pero poco resistentes. Sin embargo, en nuestro copolímero, los bloques isotácticos están unidos a los atácticos, de forma que cada grupo de polipropileno cristalino queda totalmente rodeado de hebras formadas por polipropileno gomoso. Los bloques isotácticos rídigos mantienen unido al material atáctico dándole resistencia, y este último, sin embargo, aporta al primero toda la flexibilidad de la que carece de forma nativa. De este último material, el copolímero de polipropileno, está fabricado el contenedor objeto de nuestro análisis.