Una vez abierta la 1510 pudimos comprobar que todo el interior, espumillas incluídas, estaba intacto. Ni las cámaras ni los teléfonos móviles habían sufrido el más mínimo desperfecto, como pudimos comprobar después al encender los aparatos. Es algo lógico, ya que las espumas ofrecen una altísima protección a cualquier elemento que se situe entre ellas y, por otra parte, el polipropileno y la propia espuma constituyen excelentes aislantes, de forma que la temperatura interior del recipiente en ningún momento fue demasiado elevada (si la maleta fuera metálica se habría convertido en un horno y todo lo situado en su interior se habría derretido).
La Peli 1510 – Travel Case nos ha sorprendido muy gratamente. Cuando planteamos este análisis nos pusimos en contacto con el departamento de marketing de la compañía, que muy amable y rápidamente nos cedió una maleta para hacer nuestras pruebas sin preguntarnos si quiera el tipo de tropelías a la que la someteríamos. Este detalle habla por sí mismo de la confianza que posee la gente de Peli en sus propios productos y, la verdad, no es para menos. Todos los análisis realizados durante nuestro trabajo superaron con creces las especificaciones del fabricante, y maltratamos el artículo hasta límites prácticamente imposibles en la vida real. Además, debemos tener en cuenta que no se utilizó una maleta para cada ensayo, como sería lógico, sino que sometimos una misma unidad a todas las pruebas, con la acumulación de fatiga y desperfectos que esto implica. Sólamente el fuego, y tras una exposición de varios minutos, logró alterar la estructura externa de nuestro contenedor, pero los objetos que protegía no sufrieron lo más mínimo. El resto de ensayos, que como hemos visto comprendieron golpes de extrema violencia, altas presiones, inmersión/flotabilidad en agua marina, ataques químicos… no lograron que la Peli se inmutara lo más mínimo, excepto algún desperfecto menor de muy poca importancia.
Por otra parte, nos ha gustado mucho el sistema de espumas que se sirve junto con la 1510. Permite configurar los espacios del contenedor a nuestro gusto y ofrece mucha más protección que la distribución a base de compartimentos dispuestos con velcro, como la de las mochilas para transportar equipo fotográfico (que también se puede adquirir para la maleta). Cuando necesitemos reorganizar los espacios internos, por ejemplo porque hayamos sustituido parte de nuestro equipo, tan sólo debemos comprar un nuevo juego y volver a configurarlo según nuestras necesidades.
No cabe duda que adquirir uno de estos contenedores cuando se va a afrontar un largo viaje, cuando tenemos que trabajar en situaciones de alto riesgo o simplemente cuando queremos dormir tranquilos sabiendo que nuestras cámaras están en un lugar seguro, es prácticamente equivalente a contratar un seguro de vida para nuestro equipo. Pelican posee una gran experiencia en la producción de este tipo de productos y eso se nota con creces. Por un muy módico precio, con la 1510 Travel Case podremos garantizar la integridad de nuestras herramientas de trabajo prácticamente en cualquier situación.
El video de la prueba puede descargarse desde aquí.