No sólo Canon y Nikon disponen de cámaras profesionales de elevadas prestaciones. También existe un parque de usuarios avanzados que emplean las máquinas de Olympus y la extinta Minolta, aunque su número sea bastante reducido. Pues bien, todos ellos están de enhorabuena, porque por un lado llega la nueva réflex de Sony, la A-700 (que sustituye a la muy veterana Konica Minolta 7D) y por otro el nuevo buque insignia de Olympus, la E-P1 o bien la E-3, sucesora de la conocida y no menos veterana E-1.
Las dos máquinas cumplen los más elevados estándares de fabricación y muestran las características propias de la gama alta: cuerpos de aleación de magnesio, pantallas LCD de 3″ y alta resolución o cierta protección (aunque no del nivel de la serie 1D de Canon, al menos en el caso de la Sony) frente a los factores ambientales adversos.
Ya más en particular, la Sony A-700 monta un CMOS APS-C de 12 megapíxeles (con conversor analógico/digital integrado en el propio Chip), eleva su cadencia de disparo a 5 fps, cuenta con limpieza del sensor integrada, 11 puntos de enfoque… y exhibe además todo un completo elenco de funciones personalizadas. Eso sí, carece del tan traído y llevado modo Live View. También llegarán con ella un nuevo par de objetivos y una empuñadura vertical. Podéis leer una interesante preview de la misma en Dpreview.
En cuanto a la Olympus, la nueva criatura todavía está envuelta en un halo de misterio, pero se rumorea que tendrá 10 megapíxels, modo Live View, estabilizador integrado en el propio cuerpo, una ráfaga de 5 fps y 11 puntos de enfoque. Nuevamente, Dpreview adelanta que podría llegar en Octubre.
Sin duda, una excelente noticia para los que se han decantado por las marcas más «alternativas» del mercado.
Imágenes extraídas de Dpreview.
Por Alberto Riera, [[C|-|E]].